Señor Director :

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria , M.I.R., fue fundado en nuestra capital hace justamente 50 años, en Agosto de 1965. Él resultó de la convergencia de corrientes y de personalidades que se habían situado al margen de la izquierda parlamentaria, esto es del PS y del PC, a quienes se consideraba también en esa época como la izquierda tradicional.

En el Congreso de fundación del M.I.R. concurrieron así unos variados sectores de militantes revolucionarios que habían vivido fuera  de  la izquierda electoral o que habían renunciado en una fecha más o menos reciente a identificarse con ella. Entre esos militantes se contaban los miembros de la Vanguardia Revolucionaria Marxista constituida por lo esencial por los jòvenes universitarios socialistas que habían roto con su partido, sobre todo en Concepción, asi como  diversos militantes trotskistas y disidentes del PC. Habría que destacar en particular la presencia en aquella fundación de viejos luchadores sociales como el doctor Enrique Sepúlveda y el abogado Oscar Waiss, el historiador Luis Vitale o el dirigente de los obreros municipales de Santiago J. Valenzuela, que culminaban en ese momento una largo combate político.

Sin embargo, el M.I.R. tuvo desde el principio la marca de un movimiento de jóvenes (el promedio de edad de su C.C. fue a menudo de 25 años) y universitario  y una definición política que pasaba por la vía insurrecional. Vale la pena recordar para explicar esta orientación , por una parte,  que en esa fecha hacían solo 6 años que había triunfado la revolución cubana difundiendo en nuestro subcontinente un modelo de combate político diferente y , por otra parte, que en Chile la derrota aplastante sufrida por Allende en 1964 frente a Frei Montalva , candidato de la Democracia Cristiana y de la derecha , había llevado a muchos a desencantarse de la vía electoral .

Gracias a la aureola de sus dirigentes universitarios penquistas ( Luciano Cruz, Miguel Enrìquez, Bautista Van Schowen y otros) la presencia política del MIR creció a nivel nacional y ella fue el prolégomeno de su participación en las grandes movilizaciones de pobladores que conoció sobretodo la capital en la segunda parte de los sesenta, unas movilizaciones que contribuirían al triunfo de Allende por quien esos pobladores votaron masivamente . Con posterioridad el Movimiento acrecentó su influencia en el movimiento campesino al calor del proceso de reforma agraria del gobierno popular, pero su presencia en el movimiento obrero fue limitada , salvo al final del periodo de la U.P. cuando el adquirió una ascendencia  entre los nuevos sindicalistas obreros de los cordones industriales.

Hoy en día queda sobretodo del M.I.R.  el ejemplo de una generación de combatientes políticos que no se doblegaron frente al furor criminal de la dictadura pinochetista que hizo de este movimiento su objetivo principal. Sus militantes constituyen , junto con los comunistas , la mayoría de los ejecutados, los desaparecidos ,los torturados y los perseguidos por la máquina asesina que funciono durante 17 años.

Pero del M.I.R., queda también el testimonio que en  nuestra vida política todo no ha sido siempre componenda , oportunismo, acomodamiento personal, envilecimiento  y olvido de los intereses de nuestro pueblo .

José Cañas C.