Hasta finales de agosto se exhibe en la Cineteca Nacional el más reciente documental de Pedro Chaskel. Un trabajo de investigación de más de una década en donde se explicita la estrategia en conjunto de las dictaduras latinoamericanas para diseminar el horror más allá de sus propias fronteras.
En 42 minutos y con entrevistas en Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile y Argentina, el documental va dando cuenta de los orígenes de la llamada Operación Cóndor y a través de casos emblemáticos permite al espectador comprender la complejidad de esta red de militares que se coordinaron para torturar, asesinar, hacer desaparecer disidentes y robar niños, en la segunda parte de los años setenta.
La película comienza con el descubrimiento de los Archivos del Horror una serie de documentos de la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner, que fueron encontrados en Paraguay el año 1992 y en donde se revela –entre otros muchos antecedentes de ese régimen- los gestores y objetivos de la Operación Cóndor. Mediante testimonios de investigadores y sobrevivientes el documental, construido sobriamente a base de estas entrevistas y material de archivo, reconstruye la dinámica con la funcionaba esta coordinación, la complicidad de Estados Unidos y las consecuencias que tuvo en la vida de miles de personas y en la historia de nuestros países.
De Vida y de Muerte, Testimonios de la Operación Cóndor está dirigido por Pedro Chaskel, un nombre fundamental para comprender la historia del cine documental chileno. En 1955 funda el Cine Club de la Fech y posteriormente la revista Séptimo Arte, la primera que se acerca desde el análisis y la teoría a la producción cinematográfica. En 1959 la Universidad de Chile, con Pedro Cháskel y Sergio Bravo a la cabeza, fundará el Centro de Cine Experimental. Desde ese lugar -que luego creará la Cinemateca de la Universidad y luego dará paso al Departamento de Cine- se desarrollarán parte importante del cine más comprometido con los cambios sociales y políticos que vive nuestro país a mediados de los sesenta y principios de los setenta. Durante el exilio Chaskel seguirá cumpliendo un importante rol en la denuncia, a través del cine, de la brutalidad de la dictadura. Entre sus más conocidos trabajos en esa época está el montaje de las cientos de horas de material filmadas por Patricio Guzmán y su equipo, y que hoy se reconocen como de los documentales más importantes del mundo: la trilogía La Batalla de Chile.
Por este compromiso y por su aporte al cine chileno como realizador y profesor de varias generaciones de cineastas Cháskel fue galardonado en 2009 con el premio Pedro Sienna. Es ese mismo compromiso el que está detrás de este nuevo documental, un compromiso con la verdad y la memoria, uno que mira de frente al horror y escucha con respeto a las víctimas. Para que quede registro y para que no olvidemos que aún hoy, la mayor parte de los crímenes de la Operación Cóndor siguen sin ser investigados en profundidad.