La Nación somos todos

  • 16-09-2015

Todos los chilenos y chilenas constituimos la nación chilena.

El ser Presidente de Chile significa cumplir una gran cantidad de funciones y compromisos que le ocupan mucho tiempo.

Toda institución educadora que forma personas para ejercer un oficio o profesión, sirve al país entregándole personas capacitadas para dar satisfacción a sus necesidades. Todas esas instituciones tienen igual dignidad y sus egresados servirán a la nación en sus diferentes necesidades de presente y de futuro.

Por razones que desconozco, desde hace tiempo, el Presidente no acude a las ceremonias de graduación de las escuelas formadoras de trabajadores “civiles”, sin embargo, sigue asistiendo todos los años a las ceremonias de graduación de las escuelas formadoras de oficiales de las Fuerzas Armadas.

Pienso que esta discriminación debiera terminar, de modo que el Presidente asista a graduaciones de trabajadores sin distinción. Como solo podrá asistir a un número reducido de ceremonias, deberá seleccionarse por algún sistema aleatorio, las instituciones  a las que asistirá cada año.

Me emociona imaginar la alegría, orgullo y emoción de, por ejemplo, la comunidad de una Escuela Técnica Agrícola, ubicada en un pueblo rural pequeño, que cuente entre los asistentes a su ceremonia de graduación, al Presidente de Chile, sentimientos que, sin duda, los sentirá todo el pueblo.

Sería una hermosa y sencilla forma de reconocer y enaltecer por igual a todas las instituciones formadoras.

Entendiendo que la presencia del Presidente es un reconocimiento, deberían las instituciones que deseen estar en la “tómbola” cumplir criterios de calidad durante un periodo de años. Tanto los criterios de calidad como el número de años deben estar establecidos y ser de conocimiento público. Lo importante es que no exista discriminación según criterios arbitrarios.

Así entendida mi propuesta, se transformaría en una iniciativa democratizadora que estimularía a todas las instituciones formadoras, a hacerse merecedoras de contar con el Presidente de Chile en sus ceremonias de graduación y, a sus egresados, les haría sentirse más reconocidos y útiles en sus futuros trabajos y funciones.

Alberto Estévez

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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