Señor Director:
Si bien el fallo de la CIJ que rechazó la cuestión preliminar de incompetencia planteada por Chile ante la demanda boliviana, es y así debe entenderse, una derrota de la estrategia chilena, ella también puede reportar beneficios a mediano plazo a nuestro país y al continente.
En efecto, al declararse competente la CIJ para conocer el fondo de la pretensión boliviana, ésta seguirá desarrollándose por carriles jurídicos, sin que Bolivia pueda alegar indefensión y trasladar el conflicto a escenarios más azarosos que dan cabida al chovinismo, el mesianismo y el populismo, males conocidos en nuestro continente.
Sin perjuicio de lo anterior y simultáneamente con la defensa de su posición ante la CIJ, nuestro país debiera ampliar su visión más allá de la constante invocación de tratados que, obviamente, no bastan para mantener a todas las partes contentas.
Chile tiene mucho que aprender de las demás naciones del continente y, en este caso, de Bolivia, en el sentido de mostrar más iniciativa y ser más proactivo para mostrar su posición respecto de temas regionales, así como en plantear soluciones y no mera pasividad ante problemas con nuestros vecinos.
Rafael Enrique Cárdenas Ortega
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