Jorge Burgos vivía horas clave en la votación del senado para elegir a un nuevo Contralor. Días atrás, el Gobierno se vio obligado a suspender la sesión por no contar con los 22 apoyos necesarios. Una semana después, el escenario no cambió. La Moneda no logró sumar transversalidad a su propuesta, con lo que el nombre de Enrique Rajevic se rechazó.
El Ministerio del Interior, en quien recayó el trabajo de diálogo para cerrar filas con el candidato, estuvo centrado en las reuniones con los 21 senadores que se identifican con la Nueva Mayoría, votos que consiguió. Pese a ello, las 3 abstenciones y los 12 en contra, impidieron concretar el deseo de Burgos: Rajevic no será el próximo contralor, prolongando así la vacancia en el cargo que ya se extiende por seis meses.
En la necesidad de ganar adeptos, incluso Fulvio Rossi llegó a votar, pese a la licencia por operación que lo mantuvo alejado del Congreso por más de un mes. Según reconoció Burgos, después de la sesión, fue él, personalmente, quien pidió al socialista que asistiera al Congreso.
De inmediato, las críticas apuntaron a Jorge Burgos. No solo por ser el principal impulsor del candidato, sino también, por el estilo que utilizó a la hora de negociar con el Senado. Al interior de la Nueva Mayoría se lo acusó de querer imponer sus decisiones, sin estar dispuesto a conversar con quienes tendrían que visar al candidato.
Sin embargo, días atrás, parlamentarios del bloque de gobierno dejaban entrever que –más allá de su responsabilidad por no llevar adelante un “diálogo transversal y fluido” que lograra los quorum necesarios – quien saldría dañada sería la propia Presidenta, golpe que podría resentir aún más su credibilidad y la del Ejecutivo en general.
“Es una mala noticia para el Gobierno”, dijo un visiblemente afectado Jorge Burgos. Yo le propuse el nombre a la Presidenta, por eso es una doble mala noticia para mí. Me voy con una sensación amarga”, agregó el jefe del gabinete.
Sobre su presunta salida del gabinete por el revés de la Contraloría, prefirió no referirse directamente. Sin embargo, reconoció que faltó más diálogo con los senadores, pero aseguró que eso no le habría garantizado la elección a Rajevic.
Días atrás Burgos habría asegurado poner su cargo a disposición de no lograrse acuerdo. Eso fue lo que le recordó la senadora Lily Pérez pidiendo su renuncia: “Yo espero que el Gobierno aprenda, que ésta sea una lección para el gobierno”, agregó la representante de Amplitud, criticando la poca disposición a conversar que hubo desde La Moneda.
Votación de los senadores
Había dos votos extra Nueva Mayoría con los que Burgos contaba para llegar al quorum. El primero, el de Hernán Larraín, profesor universitario de Rajevic: “fue muy doloroso para mi abstenerme, pero fue un compromiso político”, explicó el líder gremialista, quien criticó la “nula negociación del Gobierno”, tanto con la oposición como con el propio oficialismo: “No se pueden improvisar nombres, ni imponer nombres cuando se buscan estos cargos. No se buscó el acuerdo y eso fue un error”, agregó.
Con ese primer golpe, las expectativas estaban puestas en Antonio Horvath, el senador independiente, último en la lista para argumentar su decisión, definía el futuro de Enrique Rajevic. Así, el parlamentario explicó que la precaria adhesión con la que contaba el candidato no le permitiría dirigir una institución tan importante como la de Contralor General de la República: “Un cargo de esta naturaleza no puede ser ocupado por una persona que no logre un apoyo mayor”, dijo en la Sala y en sus posteriores declaraciones.
Antes, durante la sesión, los senadores de la Nueva Mayoría Carlos Montes (PS) y Jorge Pizarro (DC) apelaron a las condiciones familiares y académicas del postulante, afirmando que era el idóneo para llevar adelante el cargo.
Uno de los que manifestaron originalmente críticas al nombre de Enrique Rajevic fue el independiente pro DC Pedro Araya, quien confirmó su voto a favor “luego de haber conocido más profundamente al candidato”, al igual como lo hizo Alfonso de Urresti del PS.
Esperada también era la intervención de Alejandro Guillier. El senador pro radical explicó que la exposición del abogado en la Comisión de Constitución del Senado despejó sus dudas frente a las capacidades de Rajevic: “Nos estamos ofuscando más por la forma en que el Gobierno llevó adelante la negociación y no por las condiciones del candidato”, dijo confirmando que apoyaría la designación.
Al finalizar su intervención, Alejandro Navarro recordó los acuerdos políticos que llevaron al cargo a Ramiro Mendoza, haciendo el paralelo, criticó la forma en la que el Gobierno ha llevado adelante la negociación, a la que calificó de “acción política carente de diálogo”, pese a las críticas, aseguró su voto a favor de “la propuesta de la Presidenta de la República”.
Por su parte, la oposición, salvo Iván Moreira y el mencionado Hernán Larraín, quienes se abstuvieron, rechazó la propuesta. De ese modo, con 21 votos a favor, 12 en contra y 3 abstenciones, se rechazó la propuesta. Ahora, el gobierno debe proponer un nuevo candidato, para el que ya piden mayor diálogo.