Chug-Chug se encuentra en el árido desierto de Atacama y a lo largo de una antigua ruta caravanera que unía los oasis de Calama y Quillagua. Es el sitio de geoglifos más grande de la Región de Antofagasta y uno de los más importantes del mundo. Se estima que las más de 500 figuras con motivos geométricos, zoomorfos y antropomorfos observables en el lugar, fueron plasmadas entre el año 1000 AC y el 1500 DC.
A raíz de la fragilidad de los geoglifos de Chug-Chug y su progresivo estado de deterioro, la Fundación Patrimonio Desierto de Atacama postuló el sitio al programa Watch de la World Monuments Fund, la que lo incluyó en su nómina 2016 de monumentos patrimoniales en riesgo a nivel mundial.
Desde el año 2010, la Fundación ha desarrollado una importante labor de protección y conservación de Chug-Chug, así como una propuesta para que este sitio sea transformado en un parque arqueológico, considerando la importancia de los geoglifos para la arqueología, el conocimiento del pasado prehispánico de la zona y el patrimonio cultural de Valor Universal Excepcional que representan.
La inclusión de Chug-Chug en el Watch 2016 le otorga mayor relevancia y visibilidad tanto a nivel nacional como internacional, lo que contribuirá a su protección y conservación.