Ceremonia del Día de Arbain: dolor, duelo y reflexión

Un viaje que simboliza la postura y conducta inquebrantable de situar la verdad sobre la mentira y la lucha de la humanidad contra todo aquello que signifique injusticia, tiranía y opresión. Un día de conmemoración de ideales de la humanidad representados por el Imam Hussain: libertad, igualdad y lucha contra el despotismo y la falsedad.

Un viaje que simboliza la postura y conducta inquebrantable de situar la verdad sobre la mentira y la lucha de la humanidad contra todo aquello que signifique injusticia, tiranía y opresión. Un día de conmemoración de ideales de la humanidad representados por el Imam Hussain: libertad, igualdad y lucha contra el despotismo y la falsedad.

En un escenario regional de conflictos –en Oriente Medio específicamente–, donde las acciones terroristas de los movimientos takfirí han significado muerte y desolación, sobre todo en Siria e Irak, y con la continuación de la política de agresión contra el pueblo yemení por parte de la Monarquía de los Saud, la política genocida de la entidad sionista contra el pueblo palestino y la participación de potencias extrarregionales en la lucha contra los grupos salafistas en Oriente Medio, se desarrolla la multitudinaria ceremonia religiosa del Día de Arbain.

Esta fecha marca la culminación de un período de cuarenta días de luto, tras el aniversario del martirio del tercer Imam de los Chiíes, el Imam Hussain y 72 de sus compañeros martirizados en la Batalla de Karbalá, el Día de Ashura, el décimo día del mes de Muharram –que constituye el primer mes del calendario islámico– en la batalla contra el segundo califa de la Dinastía de los Omeya, Yazid, en el desierto de Karbalá, ubicado en la actual Irak hace ya 1.400 años.

La historia como ejemplo

Tras el asesinato de Ali ibn Abi Talib, yerno del profeta Mahoma, cuarto califa y primer Imam chií, los seguidores del asesinado Imam proclaman a su hijo Hasan como nuevo califa. El gobernador de Siria, Muawiya ibn Abu Sufian, fundador de la Dinastía de los Omeya, pacta con Hasan un tratado que evite más derramamiento de sangre manteniendo su mandato en Siria, con la promesa de devolver el mando a Hasan en el futuro. Ocho años después de esta acción Hasan es envenenado por órdenes de Muawiya, en la ciudad santa de Medina. Todo ello en el marco de la designación del hijo de Muawiya, Yazid, como sucesor, traicionando así la promesa efectuada a Hasan y violando las normas islámicas y consideradas inaceptables por la Umma (nación islámica).

El hermano del envenenado Hasan, Hussein ibn Ali, nieto del profeta e hijo de Ali y Fátima –hija del Profeta– decide, bajo la proclamación de los habitantes de Kufa –denominados Shiatu Ali “los seguidores de Ali”– tomar el poder como único califa en clara oposición a Yazid, quien instruyó al gobernador de la ciudad de Medina, Walid, para que forzara a Hussain a aliarse con su dinastía. Hussain se negó a tal pretensión exclamando “Cualquiera parecido a mí, no aceptará a nadie parecido a Yazid como gobernante”.

Hussain, acompañado de 72 fieles, junto a sus respectivas familias dan comienzo a su marcha hacia la ciudad de Kufa, para asumir el califato y encabezar así la oposición al segundo Califa Omeya Yazid, que representaba la imagen viva del gobernante injusto y alejado de la línea de moral islámica. A pesar de los llamados de sus seguidores a no acudir con sus familias a Kufa, Hussain, convencido de la justeza de sus planteamientos y conducta, responde antes de partir a su destino “… La muerte es ciertamente para la humanidad, al igual que la traza del collar en el cuello de las mujeres jóvenes. Soy un enamorado de mis ancestros como el entusiasmo de Jacob a José… Todos, quienes vayan a dar tributo de su sangre para nuestro bien y estén preparados para encontrarse con Alá, deben partir con nosotros…”.

Yazid envía contra Hussain, en el segundo día de Muharram, una fuerza militar conformada por 40 mil hombres destinada a impedir el paso de Hussain a Kufa, quien logra llegar a la planicie de Kerbala, a pocos kilómetros de la ciudad de destino. Al día siguiente, el Ejército de Yazid cerca el campamento de Husein aislándolo de todo suministro de agua, tratando de rendirlos por la sed en días de un sol abrasador. Tras varios días de negociaciones, con los seguidores de Ali padeciendo una sed extrema, entre el 9 y el 10 día de Muharram se desencadena la batalla final.

En la noche anterior a la batalla, Hussain reunió a sus hombres para recordarles que como hombres libres, eran también libres de abandonar el campamento, protegidos por las sombras de la noche o de otro modo afrontarían una muerte segura junto a él. Ninguno de los hombres de Hussain lo abandonó. Hussain sobre su caballo Zuljenah comandó las fuerzas de su menguado pero valeroso ejército en una lucha desigual. Hussain y 72 de sus seguidores murieron con él en Kerbala en un sacrificio que lo signa como el mártir por excelencia del mundo chií.

Cuarenta día después de Ashura, cuarenta día después del martirio del Tercer Imam de los Chiíes, el Imam Hussain, millones de creyentes, venidos de todos los confines del planeta encamina sus paso hacia la ciudad santa de Kerbalá en Irak en una peregrinación que sitúa a Arbain como una de las reuniones anuales más importantes y masivas del mundo en un solo lugar. Simbolizando en este viaje y las conmemoraciones en la ciudad la postura y conducta inquebrantable de situar la verdad sobre la mentira y la lucha de la humanidad contra todo aquello que signifique injusticia, tiranía y opresión. Arbain es un día de dolor, un día de duelo pero también de reflexión. Es un día de conmemoración de ideales de la humanidad representados por Hussain: libertad, igualdad, lucha contra el despotismo, la constante lucha contra la opresión y la falsedad.

Una protección necesaria

En estos días las imágenes que entregan los medios de comunicación son la expresión de multitudes que a pie encamina sus pasos a Karbalá en el centro de Irak. Por la situación política que se vive actualmente en la zona, la policía y el ejército iraquí ha reforzado los controles de seguridad y las medidas destinadas a garantizar la protección a millones de creyentes. El despliegue militar es evidente y necesario en los accesos a Karbalá y al santuario del Imam Hussain.

Para las autoridades iraquíes como también para aquellas autoridades con población mayoritariamente chiita, como es el caso de Irán, el Día de Arbain de este año 2015 se espera sea uno de los más masivos de los últimos años, lo que obliga a extremar las medidas destinadas a proteger la vida de los fieles, en el marco de las amenazas y el actuar de los grupos terroristas takfirí. Existe aquí un claro mensaje desde el punto de vista local, regional y mundial, en el sentido que la comunidad chií es capaz de conmemorar ceremonias con millones de visitantes en ciudades que han estado cercadas por el terrorismo, donde creyentes de Irak, como de países vecinos y aún más alejados geográficamente pueden acceder a esta ciudad y el santuario del Imam mártir sin temer por su vida, ya que la infiltración salafista ha sido controlada.

Una noticia vinculada a Arbain ha marcado las conmemoraciones de este año 2015. El Vicepresidente iraní y Jefe de la Organización del Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo de Irán, Masud Soltanifar, dio a conocer que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha decidido registrar la ceremonia de Arbaín y los hechos relacionados con ello en la lista del patrimonio cultural inmaterial de dicha Organización Internacional. De tal manera de salvaguardar los valores espirituales y asegurar la transmisión de estas ceremonias a las futuras generaciones.

En el plano de la seguridad, el subcomandante del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución islámica de Irán (CGRI), general de brigada Hussein Salami, advirtió que Irán responderá con contundencia cualquier actividad terrorista contra los peregrinos que van a participar en la ceremonia de Arbain.

Arbain, en el marco de la actual situación que vive Oriente Medio, requiere seguridad, sin duda, pero aún más la participación entusiasta de millones de peregrinos que vestidos de negro, en luto por el martirio del Imam Hussain, caminan por las calles de Karbalá y colman el Santuario del Imam Hussain, Hijo de Fátima, la hija del Profeta Muhammad. Peregrinos que ondeando banderas negras, rojas, verdes con imágenes del Imam, coreando eslóganes donde se expresa el dolor, el duelo, pero también la reflexión después de 1.400 años.

Karbalá es un río colectivo de millones de seres humanos, que a pesar de las guerras, la agresión y el terror salafista es capaz de elevar sus plegarias ante el ejemplo de fortaleza, lucha contra la opresión, la justeza y la verdad que el martirio del Imam Hussain representa. Unido a un ejercicio espiritual que distingue a los chiitas, pero del cual no se restan otras creencias, que son invitadas a conmemorar valores universales representados por el Imam Hussain. En Arbain se conmemoran valores universales, en este marco de guerra, de conflictos políticos y sociales, con la presencia de movimientos terroristas takfirí ajenos al Islam, como lo he mencionado, donde resalta la segunda carta del Líder Espiritual de la República Islámica de Irán, Seyed Alí Jamenei, a los Jóvenes de occidente.

En esa carta, Jamenei consigna los valores del martirio del Imam Hussein en la convocatoria a los jóvenes del mundo a sumarse a un mundo mejor, donde ellos tienen una función y un deber fundamental. Un llamado donde se llama a estudiar el Islam, que los jóvenes se informen más allá de lo que los medios de los países donde viven transmiten, informarse “de primera mano” y evitar la propaganda claramente islamofobia. Así, el objetivo principal de la carta es darle a conocer a los jóvenes de occidente la verdadera cara del Islam alejada de estereotipos de ignorancia e islamofobia. En ellos se confía como motor de cambio y transformación, una confianza que da una luz de esperanza también respecto a la posibilidad de transitar hacia caminos de paz en nuestro planeta.

Los jóvenes aún tienen la mente abierta, a diferencia de los líderes occidentales que distorsionan intencionalmente la verdad, y en ese plano Jamenei los invita a conocer el Islam sin prejuicios y no dejarse confundir por aquellos que bajo el nombre del Islam lo distorsionan y sirven a intereses miserables en el marco del wahabismo y los intereses hegemónicos de unos cuantos países. No ha existido mejor fecha para que salga a la luz una carta tan esclarecedora que en la fecha de la conmemoración de Arbain, donde surge potente el ejemplo de un martirio ocurrido en Karbalá hace mil 400 años y que tiene, en esencia, valores universales posibles de amplificar a todas las culturas.

* Artículo del autor cedido por www.islamoriente.com





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