La oposición venezolana tomó el control este martes del Parlamento en medio de grandes tensiones ya que el chavismo, minoritario por primera vez en 17 años, y su bancada se retiraron del Congreso en plena sesión.

El Parlamento se instaló con 109 diputados de la oposición y 54 del oficialismo –y no los 112 y 55 originales por la suspensión por el Tribunal Supremo de Justicia de cuatro diputados del estado de Amazonas, tres opositores y un oficialista-, esto en medio de los llamados a protestas callejeras en Caracas hechos desde la MUD, opositora al gobierno de Nicolás Maduro, y las manifestaciones de los seguidores del chavismo.

En el momento en que se estaba instalando la mesa directiva de la Asamblea, liderada por el opositor Henry Ramos Allup, la bancada oficialista comenzó a retirarse del hemiciclo ya que el diputado de la oposición Julio Borges comenzó a presentar la “agenda” de la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), lo que fue considerado una violación del reglamento, ya que sólo se trataba de una ceremonia de instalación del nuevo Parlamento.

En medio de este clima de tensión, el presidente Maduro hizo llamados a la calma y anunció garantías para la instalación pacífica del nuevo parlamento con mayoría opositora. Inclusive ha manifestado que los opositores podrán “salir, cantar sus canciones y corear sus consignas”, según dijo anoche en una alocución en la televisión.

Parlamento Comunal, ¿real o imaginario?

Pero, al mismo tiempo, Maduro ha acusado a la opositora MUD de haber hecho “compra de votos” y atribuye la derrota electoral del oficialismo “a la guerra económica de empresarios de derecha”. También advirtió que los chavistas reaccionarán ante lo que él denomina “Asamblea burguesa” cuyo propósito es “destruir los programas sociales”.

El Parlamento Comunal, una iniciativa impulsada por Maduro y que sesionó este lunes por primera vez, es una de esas reacciones. El objetivo es hacer contrapeso a un legislativo opositor.

Henry Ramos Allup, elegido por la oposición para presidir el Parlamento, aseguró sin embargo que ese Parlamento Comunal sólo existe en la “imaginación” de Maduro.

Mientras, una de las medidas que ha lanzado el Gobierno para bloquear la acción de los nuevos diputados opositores es una serie de impugnaciones que han sido admitidas por el Tribunal Supremo de Justicia.

El TSJ admitió para estudio, en efecto, siete recursos de impugnación contra nueve diputados opositores electos.

La oposición denunció las impugnaciones como un intento de “golpe de Estado judicial” ante la ONU, la OEA, la UE, Unasur y Mercosur.

Varios analistas estiman que este clima de “confrontación” dominará la política venezolana en 2016. Los más optimistas no descartan que después de un lapso de conflicto se llegue poco a poco a la “negociación”.