Señor Director:
Recordando el sabotaje hecho por la derecha al gobierno de Salvador Allende, el corralito en Argentina, y la situación hoy de Venezuela, con una inflación de 114,7 por ciento, acaparamiento del 87 por ciento, y disminución del PIB en 7 por ciento, gran parte de esto gestado por la oposición y agentes norteamericanos, nos estremece de sobre manera el esfuerzo del pueblo venezolano de salir al frente de este sabotaje, usando todas las formas populares de lucha para neutralizar a un enemigo que está ahí enfrente.
Me recuerdo que las mismas tácticas se usaron contra el gobierno popular chileno para desencadenar el caos, pero que nosotros no pudimos enfrentar o neutralizar, con las consecuencias sabidas.
La idea de los venezolanos es que hoy se apela y recurre al Trueque 2.0, ya que la misma de los argentinos se denominó Trueque 1.0.
En medio de todo esto percibimos que la política de EE.UU después del fracaso de su política del terror en Siria, con nefastas consecuencias para sus aliados europeos, y el ridículo hecho frente a la gestión de Putín en la misma Siria, intentará aplicar un plan B que ya se visualiza en nuestro entorno.
Algo así como una “primavera latinoamericana”.
Es posible que no seamos afectados directamente, por el servilismo incondicional de nuestros dirigentes con el imperio. Pero nunca hay que decir nunca, hay que estar expectantes.
Entretanto, nuestras organizaciones populares existentes deben tomar cartas en el asunto, especialmente con la situación que afecta a Venezuela, y organizar cruzadas de solidaridad activas con el país hermano, sobre todo en el plano del abastecimiento de la canasta básica.
La tarea es de gran magnitud, pero ¿por qué no afrontarla? Antes de seguir empantanados en la debacle moral que afecta a toda la izquierda, la cual no tiene moral hoy para hacer política en Chile, excepto el Partido Comunista.
Mi intención es la de solicitar a la radio que de alguna manera informe sobre esta situación, y a la vez mediante la información, percutar la organización de una izquierda inactiva y paralizada.
No me cabe la menor duda de que cuando nos llegue la hora, nuestros hermanos sabrán responder con su solidaridad, lo han demostrado con creces Cuba y Venezuela.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.