Señor Director:
Cuando en los últimos tiempos el debate en torno al aborto ha tomado un revuelo inimaginable, nos vemos obligados a tomar partido, situación que gatilla un conjunto de debates internos donde se explora la razón y evidenciamos elementos como la moralidad o la discusión ideológica entorno a un mismo tema.
Personalmente, he tenido que retomar ciertos debates que en su momento llenaron mi cabeza, y me invitaron a realizar una discusión de forma interna. Debate que inicié cuando aborté hace un poco menos de un año, quiero dejar en claro que las causas que rondan esta situación no son el tema que hoy voy a plantear.
Si tú, alguna conocida o una amiga ha vivido un aborto ya sea de forma involuntaria (pérdida) o voluntaria, tendrás alguna noción de lo que significa realmente abortar, la sensación-el nivel de vulnerabilidad al que una mujer se enfrenta.
Dolor en el vientre, cambio hormonal y un sangrado profuso (hemorragia) son algunos de las situación que vive una mujer en el proceso de aborto, nos referimos a ir al baño y que pequeños trocitos salgan de tu cuerpo con un chorrito de sangre, esto sumado a la sensación de abandono y perdida-un desequilibrio emocional abrumante, que para cualquier persona será difícil de olvidar, y que mientras tú estás viviendo todo esta bomba de sensaciones, la sociedad tiene mucho que decir, y nada que hacer respecto a tu situación.
Concretamente, sin importar el cómo se gesta el proceso de aborto, si este fue voluntario o involuntario, si el feto era inviable o fue producto de la violación, el proceso de abortar es tan complejo en sí, que el sistema de salud debe entregar el seguimiento y la contención necesaria a una mujer, sin importar la discusión moral o la ideológica. Y hoy es rol de todas aquellas mujeres que han vivido un aborto y conocen el trasfondo real de la situación luchar por que la discusión contemple la perspectiva.
La discusión en torno al aborto debe dejar de darse en términos morales e ideológicos, la perspectiva de las políticas públicas y la salud deben tener un punto principal en esta discusión, aun más considerando que hoy en Chile el aborto es una realidad, ahora el tema debe ser como encausamos esta realidad y garantizamos que el acceso a la salud sea un hecho para aquellas mujeres que ya están de por si en una situación de vulnerabilidad.
M. Tapia
Estudiante
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