Señor Director:
Lo que está en la línea de mira de los adversarios de Dilma Rousseff y de Nicolás Maduro son las políticas redistributivas en favor de los sectores populares, unas políticas que habían sido inauguradas por Lula y el coronel Chávez y financiadas con el alza del precio de las materias primas en los mercados internacionales.
Por lo tanto,no es ninguna casualidad que la reciente baja ostensible de los precios del petróleo y la disminución, en valor y/o en volumen, de las exportaciones brasileñas , haya creado la coyuntura que esperaban los grupos económicos dominantes para desestabilizar a los gobiernos nacionales . Unos gobiernos que, se recordará, han sido elegidos por mayorías electorales sobrepasando el 50% y después de haber sorteado todos los escollos puestos en el camino para que unos regímenes más cercanos del pueblo conquisten el poder.
Los reaccionarios, que ya no pueden emplear los viejos y bestiales métodos de los gorilas uniformados, implementan hoy en día, con la canción de sus padrinos del Pentágono y el Departamento de Estado, unos golpes institucionales donde los Presidentes progresistas son “ limpiamente” derrocados con argucias institucionales y la complicidad de parlamentarios y magistrados felones. Este fue el caso, no hace mucho, en Honduras y en Paraguay y el modelo, con algunas variantes locales, está en marcha hoy en día en Brasil.
En Argentina, en cambio, la reacción local con la ayuda sin duda bien negociada de los votos del candidato peronista Massa, logró imponer en el poder al representante más idóneo de los intereses del neoliberalismo nacional e internacional : el ricachón y experto en fuga de capitales Mauricio Macri, que ha debutado su mandato con miles de despedidos de la función pública y con generosos pagos de deuda a los fondos especulativos . Otra reacción pues contra una política , la de los Kirchner, que había comenzado a disminuir los desigualdades y a atacarse la pobreza.
Así, no hay que confundirse con la insípida visita de Obama a Cuba. Las garras de los círculos más regresivos de cada unos de nuestros países , fuertemente apoyados por el complejo militar-industrial USA, siguen urdiendo los complots contra los regímenes arriba señalados pero también con otros similares como Ecuador y Bolivia.
¿ Y que pasa con nuestro país? Como miembro del UNASUR se habría podido esperar que reaccionara en defensa de los gobiernos amenazados. Muy por el contrario, a menudo se escuchan los ladridos de algunos de sus parlamentarios cuando se trata de atacar Maduro, pero más allá nuestro gobierno parece cultivar una neutralidad que a muchos de nosotros no puede que avergonzar.
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