Éste sábado la Pastoral Social Caritas Chile cumplió 60 años. Fundada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez en 1956, el organismo de la Conferencia Episcopal de Chile, surgió como una de las formas de impulsar políticas de justicia social desde la Iglesia Católica bajo los lineamientos de la Doctrina Social.
Lorenzo Figueroa, director de Caritas Chile, explica que la organización tiene un doble vinculo. SI bien se trata de un organismo de vocación de iglesia, también tiene personería publica: “nos definimos como un organismo que colabora con el desarrollo social desde la sociedad civil. A nosotros nos interesan los temas de ciudadanía, participación, organización comunitaria, y son esos, precisamente los ejes en los cuales actuamos”, afirma.
Caritas forma parte de una red nacional e internacional. En el extranjero Caritas Chile forma parte de una confederación de más de 160 países que se define como una red solidaria para el desarrollo. Así, la forma en la que actúan tiene que ver con la construcción de redes de colaboración. Esto significa, por ejemplo, que cuando hay un desastre y hay que atender a los sectores vulnerables, se pone en acción una compleja red de colaboración. Así han enviado ayuda a Centroamérica, África, Medio Oriente y hasta con Vietnam en su momento.
El trabajo realizado por Caritas, actualmente tiene dos grandes áreas de trabajo. Una denominada “De promoción humana” que tiene que ver con el acompañamiento a sectores o sujetos específicos, como la cárcel, los recintos de salud, las mujeres, al infancia y el adulto mayor.
La otra área de de “Desarrollo humano” donde se trabaja con dos énfasis: uno más reflexivo, con una producción de pensamiento donde se elaboran textos para trabajar el ámbito de la ecología, el trabajo, y la búsqueda de economías alternativas. El otro es un trabajo incipiente en proyectos que esperan convertirse en signos de que es posible un desarrollo alternativo, sostenible, y que promueva la gestión de riesgos, específicamente ante casos de desastres naturales.
Esta ultima idea pertenece a un ámbito propio de la Caritas Internacional, organismo que guía la rigurosidad de su trabajo bajo los grandes consensos internacionales que Naciones Unidas y otras organizaciones afines consideran como estándares éticos y de calidad.
“Caritas no es solo buena voluntad. Trabajamos desde una mirada ética y con protocolo: desde el tipo de kit de alimentación, hasta el tipo de atención psicosocial responden a los estándares de situaciones humanitarias internacionales”, afirma Lorenzo Figueroa.
Esta rigurosidad y apego a los protocolos humanitarios, es uno de los elementos que permite a Caritas Chile recibir apoyo económico desde la red internacional. Estos fondo, funcionan en base a proyectos y con un riguroso programa de evaluación y auditoría. Además del aporte extranjero, Caritas se financia con campañas solidarias abiertas con apoyo del publico aunque con énfasis en las parroquias y colegios de iglesia, del apoyo de la red eclesial. Además realiza una colecta nacional, y una campaña de Cuaresma, que este año está focalizada en el adulto mayor.
También reciben aportes del estado que obtienen en base a la adjudicación de proyectos. Actualmente están trabajando en una sistematización de la experiencia de respuesta comunitaria que obtuvieron en contextos de desastres, para el cuál cuentan con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social.
Prevención y desastre humanitario
El terremoto y maremoto del 27 de febrero ha sido uno de los desastres en que Caritas ha prestado ayuda directa. En la localidad de Yani, en Arauco el maremoto de 2010 afectó de manera directa la fuente laboral de la mayoría de las personas debido a los cambios en el nivel del mar y en la fauna y flora marina. Trece familias de la Asociación de Recolectores de orilla “Estrella de Mar” que trabajaban en la extracción de algas, principalmente el cochayuyo, fueron apoyados por Caritas.
José Ancán, presidente de la Agrupación señala: “Creo que Caritas llegó en el momento preciso cuando más los necesitábamos, fue como anillo al dedo. Nosotros hicimos una lista con las cosas que nos urgían para reiniciar nuestro trabajo. Algunos compraron alimento para las aves, otros artículos para la pesca. Primera vez que nos dan lo que nosotros necesitamos. Muchas veces las autoridades entregan recursos, pero para cierto tipo de cosas que no necesariamente nos sirven, por lo tanto, seguimos con la necesidad y no soluciona el problema. En cambio Caritas nos dio la opción de conseguir lo que realmente nos sirve y eso se agradece mucho”.
El director de Caritas explica que el trabajo realizado por el organismo tiene un enfoque integral: “Trabajamos intentando siempre hacer procesos. Normalmente la reacción ante la catástrofe es la solidaridad inmediata y hay una gran urgencia y una gran dedicación en el primer momento y después hay una desaparición. Hoy día tenemos muchos reclamos de estas zonas que han sido afectadas porque el voluntariado se retira, el Estado es lento, y nosotros tratamos de acompañar procesos con las comunidades porque si no se produce un doble abandono: el que sienten al momento del desastre y el que queda después de que se va la ayuda. Nosotros mantenemos esa ligazón”.
De hecho, a dos años del incendio en Valparaíso Caritas continúa trabajando en el lugar. Haciendo lo que denominan “procesos comunitarios” y trabajando en red con los municipios y las iglesias. Esa gestión de riesgos no tiene que ver solo con la urgencia, sino que tiene énfasis en la prevención, en ayudar a generar comunidades con la capacidad de prevenir.
Sobre el caso de Valparaíso, Marta Cobarrubias, afectada por el incendio relata: “Lo perdimos todo, estaban los recuerdos de 53 años, una pérdida de toda una vida. Salimos con lo puesto porque el fuego estaba encima de nosotros. El apoyo de Caritas Chile ha sido una salvación. Al pasar algo así, uno aprecia más la vida”.
Trabajo comunitario y solidaridad que retribuye
Para este aniversario el lema de Caritas es “60 años al servicio de la dignidad humana”, un lema que habla de la necesidad de redignificar a las personas marginadas por el sistema.
“Bajo la idea del desarrollo comunitario esta la idea de la dignidad humana, de generar las condiciones para que emerjan las propias potencialidades, capacidades de las personas, lo que se hace cuando hay relaciones entre las personas, vínculos fuertes”, afirma Lorenzo FIgueroa.
Este énfasis en el trabajo comunitario consiste en un tipo de intervención que parte con el acompañamiento, y está orientada a que las personas puedan generar redes y constituir organizaciones sociales fuertes que sean capaces de resolver sus propios problemas. El surgimiento de organizaciones por comunidad como centros de madres, juntas de vecinos, grupos de salud, de adultos mayores, de mujeres, representan para Caritas un potencial de liderazgos comunitarios fundamental.
En Caritas esta presente la idea de que ser solidarios no consiste en que el que tiene cosas se las de al que no las tiene, sino que el dar implica una reciprocidad, una relación que resulta enriquecedora para ambas partes.
“Nosotros partimos de la base de que siempre las personas en las situaciones limites, de mayor dolor, hay una reserva muy potente de capacidades y habilidades para salir adelante junto con otros, la familia y la comunidad. En esta linea trabajamos con un enfoque de empoderamiento comunitario, de resiliencia, Entendemos que la riqueza y la capacidad está en la propia gente”, sostiene Figueroa.
Guardando todas las salvedades, que Figueroa se apura en mencionar, esa es una de las diferencias entre la ayuda brindada por Caritas y otras organizaciones vinculadas a la Iglesia como Un Techo para Chile.
“Con Techo trabajamos perspectivas distintas. más que ir a atender y llevar la media agua, nosotros lo que optamos a menor magnitud, a lo mejor a nivel de señal, es que vamos a hacer viviendas de emergencias dignas. Generamos los modelos de viviendas adaptables a cada familia, a cada situación, por ejemplo en Valparaíso entregamos unas casas medulares que se acomodan al terreno tan difícil de las ciudad y que también se adaptan a las familias, pudiendo realizarles ampliaciones. Es cierto que no es una vivienda definitiva, pero como sabemos que las soluciones de la emergencia tienden a permanecer, buscamos estos modelos. No son soluciones masivas, pero si creemos que aportamos de una manera distinta que puede servir a las políticas públicas. No se trata de una forma mejor o peor de hacer las cosas, son enfoques diferentes”, argumentó el director de Caritas.
Otra de las diferencias de Caritas con otras instituciones eclesiales es que buscan dar una respuesta integral donde donde se abordan a lo menos tres variables: vivienda digna; recuperación de los trabajos y restitución de las economías; y un apoyo psicosocial y espiritual que permita las condiciones para el desarrollo comunitario.
El director de Caritas además sostuvo que la Solidaridad es una base humana que cobra especial vigencia en el contexto de la globalización que se apura en afirmar que “tiene elementos muy buenos pero que se basa en el desarrollo individual, en la competencia, una cosa muy centrada en lo productivo, en lo utilitario y que nos ha ido separando y dejándonos solos”.
Para la institución este énfasis en el sujeto aislado esta a la base de muchas de las fragilidades, exclusiones y discriminaciones que la gente vive a diario, lo que constituye a la solidaridad en un valor permanente y humano, absolutamente pertinente y necesario de hablar en el contexto político y social actual.
Trabajar en los márgenes
En la búsqueda de la vida digna y de la justicia social, Caritas realiza un fuerte trabajo en distintas cárceles de Chile, a través de la Pastoral Carcelaria, que hasta hace poco se llamaba Pastoral Penitenciaria y a la cual se le cambió el nombre para denotar la crudeza de la experiencia carcelaria. La ayuda de Caritas en el sistema penitenciario se coordina a través de una capellanía que funciona en todos lasa regiones del país y que es presidida a nivel nacional por el sacerdote Luis Roblero.
La motivación de Caritas para trabajar en la cárcel es resumida por Lorenzo Figueroa citando dos frases que escuchó en una mesa de diferentes organizaciones vinculadas a este tema. Que la cárcel es una experiencia de horror, donde se viven las peores experiencias de violencia e indignidad, pero que se trata de un horror que no es distinto del horror que se vive en algunos lugares fuera de la cárcel.
“La cárcel es un espejo de la sociedad y eso no significa quitarle la responsabilidad a quienes han cometidos delitos y en ningún caso tener prejuicios positivos hacia ellos, pero no se explica una situación carcelaria con esos niveles de degradación sin lo que esta ocurriendo en la sociedad”.
El segundo argumento es la existencia de un “itinerario devastador” que afecta sobre todo a los jóvenes, y que fomenta un enfoque castigador que sólo contribuye a empeorar la situación. La escasa posibilidad de reinserción una vez cumplida la condena, también es otro elemento que preocupa a la organización y que la ha llevado a aportar a los denominados “Espacios Mandela”, centros laborales y formativos para internos. Cuando los internos lo piden estos centros también brindan acompañamiento espiritual.
“La tendencia hoy día es a pedir más cárceles, penas más duras, sabiendo que eso es perfectamente inútil porque todos los estudios muestran que mayor persecución penal esta asociado a mayores delitos. Entonces no es favorecer sólo al interno, este trabajo supone repensar a la sociedad y trabajar por la paz desde sus cimientos”.
Para Caritas trabajar desde la sensibilidad, de manera afectuosa y cercana, promover el trabajo comunitario y brindar herramientas más que asistencialismo son las partes fundamentales de su trabajo. Y no sólo desde el punto de vista de la evangelización o del entramado religioso, sino que lo asumen como una posición política y un compromiso social.
“Hay un gran desafío con el que también nosotros queremos colaborar: un país más democrático lo es no solamente en el ejercicio de la política formal, de los derechos políticos formales. Una democracia completa es aquella que le da las mismas oportunidades a todos sus ciudadanos y ciudadanas y eso ocurre en sus territorios. No podemos pensar en un país moderno, democrático y solidario si no es desde los lugares y los espacios de vida de la gente”, finalizó Lorenzo Figueroa.