Girasoles, frutas de rosal, viejos amigos del andar de pinta monos y el velero coloreado con óleo en tela sobre bastidor, acompañaron la ceremonia en la cual el pintor chileno, Héctor Wistuba Lorca, donó treinta obras pictóricas de su autoría a la Universidad de Chile.
El pintor exiliado y radicado hasta hoy en Finlandia, recordó su experiencia en el ingreso a la academia en Chile y sus primeros dibujos de croquis. Además, se refirió a su historia política en oposición a la dictadura y su partida del país.
“Me torturaron con electricidad en Londres 38, unos años atrás hice una exposición ahí, fui el primer pintor que hacía eso. Me torturaron amarrado en un somier metálico y después me tuvieron en Tres Álamos, en este lugar hice clases de dibujo y un caballito de mar que es un símbolo. La peor tortura es el exilio, hice algunas pinturas de protesta, pero las rompí después, dejé una sola que se la regalé al finlandés que me sacó del campo de concentración, Tapani Brotherus”.
El ex embajador de Chile en Finlandia, Eduardo Tapia, reconoció la carrera de Wistuba en el país miembro de la Unión Europea: “Es una persona muy apreciada, sus pinturas están incluso en las casas de los ex presidentes. Tiene una acogida en el país que le abrió las puertas cuando aquí se las cerraron. Realmente es un orgullo como embajador haber podido ayudarlo en su idea de poder traer de vuelta a Chile parte de su obra”.
El artista mantiene una profunda relación con la Universidad de Chile a través de la Facultad de Medicina, donde se desempeñó en el área de Publicaciones e hizo imágenes de anatomía humana antes de 1973. La escuela la compartió con el rector de nuestra casa de estudios, Ennio Vivaldi, quien en esta oportunidad reflexionó sobre el significado del golpe de Estado.
“De la experiencia tremenda y dramática cada uno de nosotros se pudo conocer, aquellos valores que están en el fondo de uno como persona y también, aquellos que están en el fondo de la identidad que uno tiene con la patria. Esos valores para muchos de nosotros tuvieron una identificación enorme con la Universidad de Chile por eso que el amor que sentimos por esta institución, está vinculado a una imagen de rescatar al Chile más profundo, el invariante”.
El rector Ennio Vivaldi concluyó que se hagan o no los cambios que representan el neoliberalismo en la sociedad chilena, hay que buscar y reencontrar a nuestro país. Así agradeció la donación de las obras del pintor chileno Héctor Wistuba.