Señor Director:

El famoso BDS, movimiento político internacional que busca el boicot absoluto de todo lo que tenga procedencia o relación con el Estado de Israel, ha llegado a Chile. Y esto no debería causarnos orgullo, toda vez que, en países de primer mundo, el BDS ha sido condenado como ilegal y judeofóbico.

Tanto el rector de la Universidad de Chile, como las autoridades de su Facultad de Derecho y los padres de sus estudiantes, se deberían preocupar y tomar esta situación con la seriedad que requiere: hay un grupo de fanáticos e intolerantes, que están haciendo propaganda judeofóbica al más puro estilo de Goebbels (ministro de propaganda nazi). Están lavando el cerebro de los jóvenes con discursos de odio.

Esta gravísima situación me parece contraria a los valores y principios de la Universidad de Chile. E insisto, sus autoridades deben tomar medidas urgentes al respecto.

Por lo demás, podemos notar que necesitamos urgentemente tener en Chile una legislación que castigue la difamación y los discursos de odio.

Para finalizar, quisiera manifestar como ciudadano chileno, mi más profunda decepción de las organizaciones palestinas en Chile, las cuales dirigen y financian estas actividades que buscan importar el odio, en vez de exportar la paz.

Leonardo Matamala V.

Estudiante de Derecho