Nuestros historiadores y analistas políticos tienen tendencia a olvidar ese rasgo muy particular de la sociedad chilena que ha sido  el comportamiento de sus clases medias o, por lo menos, de algunos importantes sectores de ellas.

Así fue que entre los más encarnizados y febriles opositores a  Allende y su gobierno se encontraron desde muy temprano los miembros de los Colegios Profesionales(médicos, abogados, ingenieros, etc), los supervisores de las compañías del cobre, los pequeños (y a menudo muy pequeños) propietarios de camiones y comercios y toda una diversidad de otras profesiones y oficios cuyos ingresos y estatuto social eran extremadamente modestos y casi derisorios.

A estos conglomerados de opositores, colonizados intelectual y culturalmente por las clases dominantes, hay que agregar sin lugar a dudas los miembros del Partido Nacional de esa época, antecedente de la tienda de Piñera, y numerosos militantes y sobre todo dirigentes democratacristianos. Es decir unos individuos que pertenecìan intrínsicamente  a estos sectores sociales medios y que llegaron a defender los intereses de la oligarquìa chilena con un entusiasmo del cual ésta no habrìa sido  capaz.

Se sabe de qué manera ( represiòn de las protestas corporatistas, desmantelamiento de las organizaciones profesionales)  la Junta pagò a quienes la habìan reclamado con tanto fervor en esos años 70-73, simplemente como  todos los golpistas que tratan con desprecio y brutalidad a quienes, en algún momento, se han creido  con  vocaciòn de constituirse en sus supletivos. Aunque  es verdad también que muchos de esos miembros de nuestras clases medias , sobre todo  polìticos de la derecha y del PDC, ganaron apostando a la opciòn Pinochet y gozan hasta hoy  de las situaciones expectables que les abrieron los negociados de los potentados y de los uniformados.

En lo que concierne a nuestra actualidad , asistimos en materia de comportamientos sociales  a un fenòmeno que no està muy alejado de lo que indicamos arriba. Ha habido en efecto el surgimiento, a partir de la dictadura, de un fenòmeno que se ha extendido y amplificado  con la transición : la apariciòn de una categorìa de individuos que buscan ocupar los roles dejados vacantes por la desapariciòn fìsica de quienes fueron sus antecesores como marchapiés de los dominantes. Los casos de Oscar Garretòn, Enrique Correa, Jaime  Estevez, Eugenio  Tironi, José Joaquìn  Brunner , etc son patéticamente ejemplares como para  limitar la lista a ellos y no tener que recordar la larga nòmina de los prohombres(o màs bien subhombres) del pinochetismo que  hoy son tan  asiduos de los tribunales.

Por fin, habrìa que decir sin embargo, para no ser injusto, que clase media no significa siempre mediocridad y sumisiòn a los poderosos. En nuestra historia han habido individuos de calidad que han surgido de estos sectores, aunque verdad sea dicha ellos no forman una legiòn. Por ello, si la evoluciòn de nuestro paìs debiera dar algùn dìa un salto hacia el futuro, es de otros sectores que deberà venir el impulso, como lo fue quizàs hace 46 años.

Fariseos : los que simulan lo que no son, hipócritas (segùn los Evangelios).