Señor Director:
Durante las últimas semanas he sido víctima de dos robos. Posiblemente, por mi negligencia y torpeza. Sin embargo, quiero descarta un gesto noble y mágico, que resalta sobre cualquier espectro negativo.
En el último robo, que fue en Parque Forestal, decidí perseguir al ladrón, en busca de mis pertenencias. En esa corrida frenética, irracional y errada, se me sumo un Haitiano. Un joven de no más de 20 años me acompañó en esta maratón de justicia. Junto a él fue factible obtener la devolución de mis pertenencias.
No me fue posible agradecerle en su idioma. Él tampoco pudo expresarse adecuadamente. Simplemente, me abrazo, sonrío y se marchó. Un gesto noble, gratuito y sincero.
Agradezco a ese joven extranjero y escribo esta carta simplemente, para que quede plasmado mi agradecimiento, y sea parte de una historia individual y colectiva, que exige más de esos héroes anónimos.
Cristóbal Osorio Vargas.
Abogado.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.