Estimado Juan Pablo,

Me es difícil expresar lo que siento después tanto tiempo escuchando sus comentarios matinales, más bien, sus profundos e integradores análisis de la realidad con una mirada absolutamente social, de bien común y de total sentido común, una mirada absolutamente patriótica, créame que me siento muy agradecido por la oportunidad que nos brinda con su trabajo además de dirigir a este prestigioso medio de comunicación con total independencia, ejemplo de vivir y actuar con valores y en forma ética, su labor es muy importante para Chile, cada día son más los que caen ante las tentaciones del poder, la gloria y el dinero.

Si tuviese más facilidad de palabra podría complementar este escueto agradecimiento y lo insto a seguir adelante, lo necesitamos, este medio y su trabajo es casi una labor profética, no por anunciar lo que pueda llegar a pasar, sino más bien, por su constante proyección de la realidad frente a nuestro día a día, que sin duda nos permite generar juicios y orientar rumbos, hacer conciencia, y tomar acciones.

Estamos viviendo tiempos muy fuertes y difíciles y vendrán tiempos más duros aún, todo se ha globalizado, la economía, las comunicaciones, los bienes y servicios, pero, por desgracia, la ambición, la trampa, la codicia, el poder, el abuso, también están globalizado, no porque estas realidades existan en todo el mundo, siempre fue así, sino, porque los grandes poderosos y ambiciosos del mundo orientan sus acciones para tenerlo todo a toda costa coordinando sus acciones con los poderosos y ambiciosos locales, no hay color político, ni valores que lo frenen, ni siquiera patriotismo que haga dudar, la única patria es el placer del poder a través del dinero, estamos viviendo tiempos difíciles, pero, siempre ha habido en la humanidad un pequeño resto que conserva esa pequeña flama de humanidad y de valores y la transmite y la proyecta con un impulso de supervivencia, como una llama ardiente imposible de contener, estimado Juan Pablo, usted es muy importante para Chile.

Tenga usted mi mayor respeto, admiración y agradecimiento,

Paulo Pascual Villanelo

Médico Veterinario – Universidad de Chile

10.118.440-4