Señor director:

En estos días hemos visto y oído como el presidente Obama apoya abierta y explícitamente a la candidata H. Clinton.

Hasta este momento no he sabido de ninguna condena, ni en USA, ni en Chile, al presidente Obama por esta actitud.

Al plantearlo entre amigos, me han dicho que la tradición chilena es distinta a la de USA y que en consecuencia está bien que en Chile, el o la Presidente no pueda (ni deba) apoyar a alguno de los candidatos a sucederlo (a).

A mi parece interesante abrir debate al respecto.

Entiendo el debate centrado en el apoyo del Presidente como opinión, y no como apoyo con recursos materiales o económicos, que son de todos los ciudadanos.

El Presidente es el máximo líder en ejercicio. En consecuencia encuentro de toda lógica que el electorado conozca su opinión. Privar a los ciudadanos de conocer la opinión fundada del máximo líder en ejercicio, no parece razonable.

Cada elector decidirá, que valor da a la opinión del Presidente.

Alberto Estévez