Los poderosos defienden con todo su peso las tradiciones chilenas , lógicamente aquellas que son el sustento ideológico de su inhumano e insano proceder. Fiestas Patrias: hay que hacer honor al más desatado consumismo, embanderar nuestras casas como símbolo del amor y respeto a la “patria”, que el corazón de cada chileno palpite con fuerza al paso marcial de los soldados y al son de las marchas militares, que como padres nos enorgullezcamos que nuestros hijos sean la parte más sustantivo del honroso rol que desempeñan las Fuerzas Armadas, cuando los cimientos de esta caduca sociedad son amenazados por las hordas del odio; protestas populares, demandas, huelgas , mitines , etc.
Es gratificante celebrar hechos gloriosos. Pero cómo podemos estar orgullosos de un ejército que sólo ha servido para acallar a los que pretenden construir una sociedad donde el bienestar del ser humano sea el eje de toda aspiración y no donde la explotación , aunque más sutil , sea más despiadada, donde el poder creador del genio humano es castrado y condicionado a aceptar la más vergonzante sumisión.
Su análisis político del 17 de Septiembre, proponiéndonos reflexionar sobre el pasado , presente y futuro nos llama al necesario despertar y a aprovechar la oportunidad de juntarnos con nuestros familiares , amigos o vecinos y conmemorar racionalmente estas fechas.
Gracias don Juan Pablo por lo que a diario recibimos los auditores de las radios que piensan . Sus palabras son el bálsamo que se necesita para mejor vivir en las condiciones del Chile actual. Aprecio en toda su grandeza a un combatiente que no sucumbe al poder establecido.
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