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Su infancia fue humilde. Lo marcaron las visitas a un tío, que todos los domingos después de almuerzo, vaciaba sobre la mesa una bolsa con monedas de oro*. Esto inflamó el afán de ser algún día tanto o más poderoso que el hombre que contaba dinero ante los pobres.
Tuvo un breve paso por Carabineros, contrajo matrimonio con Iris del Valle, actriz cómica del elenco estable del Bim Bam Bum.
La separación no tardó en llegar. Iris volvió a contraer matrimonio con un uniformado y su hija, la periodista y docente Bárbara del Valle, reside en Concepción, casada con su colega José Manuel Godoy, paraguayo que se vino a Chile con su hermano futbolista profesional. Vallejos volvió a casarse con Gaby Parot, madre de sus cuatro hijos.
Vallejos tenía como el mismo definía, los pies planos pero al revés, lo que le obligaba a usar zapatos hechos a su medida y a caminar lento.
Esto le acomplejaba al extremo de nunca sacarse los calcetines en público ni en la intimidad**.
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Creó una tira cómica, Barrabases, que publicaba primero gratuitamente en La Nación, luego le pagaron. Con ahorros propios y mucho esfuerzo editó el primer ejemplar de la revista que pronto cumplirá 65 años. El éxito fue total, todos los personajes, desde Mister Pipa hasta Pirulete y el equipo, eran reconocidos en Chile. Enemigo acérrimo de la publicidad, recibía de mala gana el avisaje que le rompía su esquema de diagramación. Personalmente diagramó todos sus productos.
El criterio a veces le jugaba en contra. Por ejemplo publicitó la aparición de la revista pícara “El Pingüino”, en el propio Barrabases, lo cual ocasionó problemas a los niños que exigieron un ejemplar ignorando el contenido***.
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Pese a los reclamos de vecinos que vieron colgado del quiosco la invitación al pecado de la carne, Vallejos salió adelante. Más tarde sacó de circulación El Pingüino y lo reemplazo por la revista de actualidad gráfica, reunión de política, magazine y desnudos, Novedades; la revista de chistes y desnudos a todo color, Viejo Verde y Cosquillas, que era semejante a VV pero en blanco y negro. Ambas dieron espacio a conocidos animadores del género como Nato, Hervi, Vicar y Themo Lobos.
Al mismo tiempo, con el producto de las ventas de los ejemplares, con escasa o ninguna publicidad, adquirió el edificio de Victoria Subercaseaux, donde funciona desde fines de los sesenta, el Hotel Foresta.
En Novedades escribió Mario Gómez López, otros célebres y un recién aparecido como el suscrito, y los fotógrafos de Clarín y Puro Chile, Luis Cortés Sutherland y Julio Bustamante Sotello. Asimismo, pero negándose siempre a los desnudos, Enrique Lindorfo Aracena Pérez, Premio Nacional de Periodismo.
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Las estrategias de Vallejos eran varias para tentar al lector. Le gusta eso de mirar por el ojo de la llave, o revelar desnudos no famosos de gente famosa. O armarlos aquí. Yo mismo hice “Sexo en el futbol” con Gustavo Laube, seleccionado nacional, ex UC y Magallanes, ex de Victoria Abril y actualmente en Marbella propietario de un restaurante. Su pareja de montaje fue la vedette Jeanette Bijou. Julio Martínez y Cía. me increparon por haber llevado el sexo donde se suponía, imperaba la asexualidad. O entrevistar a Elías Figueroa de paso por su ciudad natal, Villa Alemana, mientras Bustamante fotografiaba a su esposa Marcela Kupfer, una belleza, en bikini en la piscina de la casa. Naturalmente que lo de Elías fue casi lectura de foto, Marcela se robó la publicación.
Cuando organicé una Navidad para Salvador Allende en Tomás Moro, año 1971, entre Pascua y Año Nuevo Vallejos conoce a una vedette del Mon Bijou. Y en vez de llevar al Presidente en portada, apareció Erika, topless y con el fondo de paredes descascaradas del camarín. Los Allende Bussi iban recién en las páginas 2,3 y 4.
Después del Golpe solo continuó con Barrabases. Políticamente era respetuoso, todos los ocupantes de La Moneda fueron tratados en forma positiva. En el techo del edificio de la revista en Merced, hubo un cartel de Altamirano para las elecciones de marzo del 73. Pudo haber sido uno del Partido Nacional, pero Altamirano estaba con el gobierno de turno.
Cuando dejó de dibujar, fue su hijo Guido Jr. quien continuó con la revista Barrabases.
GV integraba el Chacota Club, club de Tobi formado por periodistas y amigos. Era bastante apolítico pese a que muchos eran de derecha. Bustamante fue suspendido un par de semanas por entonar la Internacional o El Pueblo Unido una noche en el desaparecido restaurante de Manuel Montt, Granaderos. Coco Legrand, muy joven, cenaba conmigo en la sala contigua y escuchábamos las risas.
El epílogo fue triste. Algo ocurrió en la mente de Guido Vallejos que lo llevó a los tribunales, libertad vigilada y titulares desagradables. Fue debido a la operación Heidi donde cayó un enjambre d operadores de menores de edad, con o sin la complicidad de los padres.
Para un machista como él, que las lolitas atestiguaran su impotencia y que sólo se dedicaba a contemplar, a dibujar y muy vez en cuando a tocar, debe haber sino una especie de atentado a su orgullo.
Un detalle no se escapa, la regenta del prostíbulo señala que la propia familia de G.V. estaba al tanto de sus visitas al lugar y que incluso lo iban a dejar.
A los 87 años, muere de las consecuencias de su Alzheimer y la diabetes. Ignoro si fue realmente feliz. Era supersticioso y con muchos prejuicios. En una oportunidad con muchos aspavientos me aseguró que siempre pensaba que yo le tomaba en pelo. Todo lo contrario, en algunos aspectos sus silencios, su rostro y gestos causaban inquietud. En lo demás, era muy generoso con los honorarios y en ofrecer gratis los comedores del hotel si consideraba que a uno le podía servir. Es por tal motivo que Gómez López también pasó por alto el contenido de Novedades. En lo personal sufrí como relegó a un segundo plano a Aracena por su negativa a fotografiar mujeres desnudas. Este stress llevó al Premio Nacional a un primer infarto debido a su asco a la explotación de la mujer generalmente humilde para satisfacer la morbosidad del lector.
*Testimonio de GV al autor.
** Testimonio de la vedette Tati Segura, amor de GV durante muchos años. La abandonó el mismo día en que resbaló en el escenario. Este accidente le hizo comprender que la familia era lo más importante y lo demás, pasatiempos (confesión al autor)
***Mi padre al traer la revista no podía comprender como a los ocho años pretendía tener El Pingüino en mis manos. Le respondí que se remitiera al aviso de Barrabases que anunciaba la aparición.