La creación de audiencias es el gran tema del cine local, no sólo en Chile sino en toda Latinoamérica. Los apoyos a la realización y la profesionalización en todos los ámbitos del ejercicio audiovisual han generado una constante, diversa y numerosa producción de películas. Pero el problema sigue siendo el mismo: la gran distancia entre el gran público y las cintas nacionales.

Este domingo se celebra nuevamente el día del cine y las salas comerciales tendrán promociones tanto en los precios de las entradas como en los productos de confitería. Todas las películas en cartelera serán parte de esta oferta, incluyendo las chilenas que lograron llegar hasta las multisalas como Neruda de Pablo Larraín o Argentino QL de Pato Pimienta.

Y aunque este día del cine que se celebra este fin de semana, no es el “Día del Cine Chileno” -evento apoyado por el Consejo de la Cultura y que se realiza en el mes de noviembre para honrar al realizador Jorge Müller, director de fotografía y camarógrafo de películas como La Batalla de Chile de Patricio Guzmán y La Expropiación de Raúl Ruiz, quien fue detenido y luego desaparecido por la dictadura en ese mes de 1974 – si puede ser una muy buena oportunidad para ponerse al día con algunas buenas películas nacionales en pantalla grande.

La Cineteca Nacional se sumará a la fiesta con funciones a mil pesos tanto en la su sala principal como en el microcine. En la Cineteca se podrá asistir a las funciones de Aquí no ha pasado nada, cuarto largometraje del premiado director Alejandro Fernández Almendras e inspirada en el caso de Martín Larraín; de Atrapados en Japón, documental ganador de la competencia chilena del Festival de Cine de Valdivia en 2015, del Festival Cine de Mujeres FEMCINE6 y de BioBioCine, que cuenta la visita de un grupo de periodistas a Japón en plena segunda guerra mundial desde la perspectiva de la hija de uno de ellos, la realizadora Vivienne Barry y también se podrá ver  El Príncipe Inca de la documentalista Ana María Hurtado, en donde sigue al pintor Felipe Cusicanqui en un viaje en busca de sus raíces incaicas.

Desde hace varios años ya las cifras de asistencia al cine han superado la de un ticket anual per cápita. Sabemos que, aunque estas cifras son crecientes, no significan mayores espectadores para el cine chileno que no logra superar el 5 por ciento del total de las entradas compradas. Se entiende que quien invierte varios miles de pesos en una visita al cine espera recibir por ello un gran espectáculo visual, acompañado de todo tipo de merchandising y de cabritas para acompañar la función. La gran mayoría del cine chileno no se mueve en este tipo de lógica, de allí que su presencia sea más bien menor en las multisalas.

Pero hay buen cine chileno para ver este domingo en salas y vale la pena verlo en pantalla grande porque esa es la clave de la experiencia cinéfila. Ver el trabajo de realizadores y realizadoras nacionales en el formato para el que fue pensado, en buenas salas y buena calidad de exhibición puede ayudar a desmontar los prejuicios que muchos tienen sobre la calidad de nuestro cine. Este domingo nos regala una oportunidad, vamos a aprovecharla.