Señor Director:

Si la libertad significa algo, es tener el derecho de decir lo que muchos no quieren oír. Con respecto a las elecciones municipales creo que a veces el hombre tropieza con la verdad, pero se levanta y sigue caminando. Así entiendo yo lo ocurrido en Talca y en otras comunas de Chile.

Nuestra realidad parece ser un sueño, pero hay una diferencia fundamental entre la libertad para soñar cualquier cosa que elijamos y la otra es que nos hayan manipulado para soñar una realidad que algunos han construido para convencernos y en este caso, el sueño puede ser una pesadilla. Por eso vivimos en una conciencia condicionada creyendo en la ilusión que decidimos lo mejor aunque lo hacemos por temor.

Me atrevo a decir que existen dos tipos de conciencias políticas: una idónea para inventar soluciones y otra dispuesta a creer en ellas, entonces, la existencia humana consiste en una perpetua fuga de una realidad que podría ser.

Nada sería lo que es, y contrariamente a lo que se sabe, lo que es, no sería ¿lo ves? Esta es una buena adaptación para Chile de “Alicia en el país de las pesadillas”. El efecto siempre sigue a la causa, pero el gran drama de nuestra sociedad es que creemos cambiar el efecto y no nos damos cuenta que la causa sigue siempre igual. A fin de cuentas, el zorro cambia el pelo, pero nunca las mañas y por ende no conoce la vergüenza.