En varias ciudades, ocuparán sus sillones de concejales, personas cuya votación apenas superó el uno por ciento.
La papeleta en ciudades como Punta Arenas, con docenas de candidatos, permitió que ciertos postulantes, sin recursos económicos pero bastante empatía, apelarán a un círculo de amigos, y un par de juntas de vecinos, para acumular 570 votos, sobre un universo de 30 mil, para ser elegidos democráticamente.
Estas campañas fueron hechas a conciencia y sobre esa base; puerta a puerta, consensos familiares y la esperanza en una favorable cifra repartidora.
Salvo honrosas excepciones, los candidatos no se impusieron por sus ideas, sobre un programa viable y sustentable. En resumen, la gente, votó por ellos porque sí.
Durante una reciente visita a Santiago, alcancé a leer una paloma en la cual un simpático y veterano actor mostraba su rostro conocido, acompañado de una simple frase: Yo prometo.
¿Qué prometía?
Estoy seguro, que muchos eligieron a Julio Jung por ser famoso y en consecuencia este factor podría favorecer los intereses de la comuna. De verdad espero que así sea, aun cuando la compatibilidad con Evelyn Matthei, la veo complicada. Pero Jung ya ha penetrado antes en el corazón de alemanas, como en el pasado, la publicista ahora radicada en Isla de Pascua, Helga Thieme, su ex pareja por varios años. Pero, ¿Cuál es el programa de Jung?
En Providencia, los supuestamente Nueva Mayoría, serán minoría. Difícil tarea entonces.
En Punta Arenas, ocurre lo contrario, Claudio Radonich, alcalde que casi alcanza la mayoría absoluta en los comicios, gobernará con una mesa con dos o tres incondicionales.
Como nadie piensa en lo mejor para el país, sino que en uno mismo, en segundo plano, el futuro o la repetición de los espárragos y en el tercero, en el partido, vislumbramos un panorama poco grato en estos frentes escasamente patrióticos.
Otro ejemplo: las relaciones de alcalde e Intendente, son difíciles. En Punta Arenas Emilio Boccazzi la tuvo complicada con la autoridad regional, Jorge Flies, en circunstancias que representaban al mismo conglomerado político. ¿Qué ocurrirá ahora con un Radonich apoyado por RN-UDI e independientes, además de mucho voto cruzado y el representante de gobierno en el año y medio que resta para las próximas elecciones?
Finalmente, ¿De qué servirán los intendentes elegidos si el poder va a recaer sobre los gobernadores provinciales designados? Un caballo de Troya para las regiones. Todo volverá a lo mismo: el poder central.