Un nuevo informe del Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) volvió a posicionar a Chile como el país en vías de desarrollo o desarrollado más desigual del grupo.
El estudio presentó resultados obtenidos mediante el coeficiente de Gini, que mide el nivel de desigualdad que alcanzan los países que componen la organización. Chile obtuvo un índice de 0,465 en un coeficiente cuya cercanía al número 1 indica mayor desigualdad. Le siguieron México (0,459) y Estados Unidos (0,394).
El informe reveló además que los sectores con menores ingresos continúan con un nivel de entrada de recursos similar al de hace seis años, momento previo a la crisis de 2010. En contraste, los sectores de mayores ingresos, ya han recuperado a la fecha todo lo perdido desde la caída de las bolsas mundiales.
Al otro lado de la lista se encuentran Islandia, Noruega y Dinamarca. Las tres naciones consiguieron las mejores cifras con coeficientes de 0,244; 02,252 y 0,254 respectivamente, calificando como los países menos desiguales de la OCDE.
Otro de los datos arrojados por la medición fue el del desempleo. Si bien se asegura que los puestos de trabajo perdidos productos de la crisis, se han recuperado. La cesantía estructural, que afecta principalmente a los jóvenes poco calificados, sigue en tasas muy elevadas.
Además, plantean que la calidad del trabajo ha bajado en todo el mundo: “Incluso en los países donde la situación laboral ha mejorado, la mala calidad de los empleos supone una carga importante sobre los hogares”.