Lo verdaderamente cierto en todo este lío , es que Israel es un Estado Laico, así lo declara su acta de independencia y dentro de ese marco se ha configurado toda su institucionalidad, en consecuencia, es natural que vele por la tranquilidad de las personas de todas las religiones, incluso de quienes no profesan una en particular.

Jerusalem, está llena de mezquitas. Todas tienen altavoces para llamar a la oración, generando un ruido espantoso en horas complicadas. Considérese que el  primer llamado a la oración se realiza antes del amanecer. De ahí que sea lógica la molestia de quienes quieren despertar más tarde, pero lamentablemente tienen de vecina una mezquita, o dos, o tres.

En todo el mundo hay regulaciones sobre emisiones de ruido. En Brasil, por ejemplo, existe la denominada “Ley de silencio” que impide actividades religiosas masivas después de las 21 horas, para controlar así las emisiones de ruidos molestos para los vecinos.

En otros países occidentales, también se ha prohibido y/o regulado el toque de campanas en iglesias y monasterios, por ejemplo.

Aquí NO se les está prohibiendo a los musulmanes que llamen a la oración, ni tampoco se les prohíbe que oren en sus mezquitas. Simplemente se les está pidiendo que sean civilizados y moderen el volumen.

Pero claro, al parecer, el fundamentalismo retrógrado no les permite entender qué es un Estado Laico y cuáles son las normas mínimas (por sentido común) para la sana convivencia social.

Sin ir más lejos, las mezquitas de Chile y Argentina, por ejemplo, NO hacen el Adhan (llamado a la oración )  con altavoces “por respeto”.