La Conferencia Episcopal Nacional del Congo (Cenco) exigió este miércoles a los políticos alcanzar un acuerdo “antes de Navidad” que ponga al país sobre el camino de la salida de la crisis en la entró, tras la decisión del presidente Joseph Kabila de mantenerse en el poder pese a que su mandato legal expiró el lunes 19 a media noche.

Tras hacerse público que Kabila decidió quedarse en la presidencia “hasta que se encuentre alguién que le remplace”, la violencia se apoderó de varias zonas del país. En las últimas 48 horas se registraron al menos 26 muertos, de acuerdo con la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), en tanto que la oficina de Derechos Humanos de la ONU habla de al menos 19 muertos y 45 heridos de bala, precisó su director José María Aranaz;

Este año deberían celebrarse elecciones presidenciales, pero Kabila decidió posponerlas argumentando problemas “logísticos y financieros”. De acuerdo con fuentes cercanas al cuestionado presidente, Kabila no convocará a elecciones antes de abril del 2018. Sus detractores acusan al actual mandatario de manipular la situación para aplazar las elecciones, y de intentar cambiar la Constitución para poder presentarse a su reelección.

Gran parte de las principales ciudades del país amanecieron bajo control de las fuerzas armadas e la comunicación por internet fue bloqueada. Jóvenes quemaron neumáticos y bloquearon algunas calles de Kinshasa, la capital, en protesta por la imposición de Kabila.

El histórico líder de la oposición, Etienne Tshisekedi pidió ayer martes a la población “no reconocer más” al presidente. Ahora fueron los obispos católicos los que subieron el tono. La Cenco “no está dispuesta a aceptar prorrogas indebidas y maniobras dictatoriales”, declaró su presidente, Monseñor Marcel Utembi, quien añadió que “si los actores políticos y de la sociedad civil no llegan a un acuerdo antes de Navidad, y hacen consesiones para una administración consensual del período de transición, la Cenco sacará todas las consecuencias que se imponen”.

La iglesia católica tiene gran popularidad en República Democrática del Congo. Cerca de un 40% de sus 68 millones de habitantes se identifican con esa religión.