Al terminar la función de la obra Mateluna, escrita y dirigida por Guillermo Calderón, el público se pone de pie y aplaude. El aplauso se extiende por varios minutos y quienes repletaron la sala del teatro UC, están emocionados, resistiéndose a creer que lo que acababan de presenciar se basa en un hecho de la vida real, que ocurre ahora, en el mismo instante en que escribo esta crónica.

Muchos, sino todos, salen de la sala con más preguntas que respuestas. Esta noche de jueves la pieza se presenta en un alargue especial dado el éxito que tuvo dentro del Festival Internacional Santiago a Mil.

Se trata del caso de Jorge Mateluna, un ex miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) quien colaboró con su experiencia para el guión de la obra Escuela, también de Calderón, y que un año después señalaron como uno de los tres involucrados en un asalto a un banco de Pudahuel. Sobre las tablas se relatan una a una las irregularidades del proceso judicial que condenó a Mateluna a 16 años de prisión.

La actriz Andrea Giadach forma parte del elenco y afirma que Calderón los convoca pues “él lo siente como un mandato. Así lo dice. Esta obra se gesta al alero de Berlín porque le piden a Guillermo que hable sobre Peter Weiss, sobre La estética de la resistencia. En La estética de la resistencia está todo el tema de la resistencia al nazismo en Alemania y por supuesto Guillermo dice: “No, hay que hablar de Mateluna”. El mandato es hablar de él, porque el devenir histórico nos está diciendo que tenemos el deber de hablar de él. El fue nuestro sustento para hablar de algo muy importante de la historia de Chile, para develar una realidad”.

Andrea Giadach también forma parte del elenco de Escuela, la obra que rescata la formación e instrucción militar que realizaron jóvenes militantes durante la década de los ‘80 para resistir y derrocar a la dictadura. A esa generación que usó todos los medios para conseguir justicia y libertad pertenecía Jorge Mateluna. Esos vínculos con la militancia lo llevaron por primera vez a la cárcel en 1992, condenado a cadena perpetua. Sin embargo, en 2004 Mateluna recibió el indulto del ex presidente Ricardo Lagos.

Esa experiencia fue la compartió con los integrantes del elenco de Escuela, a quienes transmitió sus conocimientos y anécdotas que entregaron más realismo a la obra con que Guillermo Calderón destacó también a nivel internacional. Lo que nadie iba a imaginar es que 6 meses después del estreno, Mateluna caería nuevamente preso, pero esta vez en circunstancias confusas, con testigos que cambiaron sus declaraciones, sin ninguna prueba vinculante y con un proceso lleno de contradicciones. El guión estaba escrito en la realidad.

“Una amiga me lo describió de esta manera, cuando fue a ver la obra. Me dijo: “Esta obra es un hito porque conjuga perfectamente hechos que jamás se dan en el teatro y eso hace que sea una obra política y necesaria”, dice Giadach.

El teatro como medio de denuncia, de memoria, de reflexión. Las obras de Calderón están marcadas por este componente que enfrentan al público con el peso de la historia, las heridas abiertas, las contradicciones actuales. Lo vuelven real, emotivo, agudo y logran sensibilizar o generar empatía por hechos que en la prensa solo se difunden desde la frialdad o la ausencia de contexto.

La familia de Jorge Mateluna bien lo sabe. Su hermano Victorino, el menor de seis, no entendía por qué su hermano mayor, el mismo que le preparaba la comida y a quien observaba leer por horas, estaba tras las rejas. Era 1992 y el niño Victorino fue testigo del sufrimiento que significó para su núcleo más íntimo. 21 años después, la pesadilla se repetía.

“Es super doloroso, partiendo desde mi madre donde tuvo una cercanía y una lucha super potente en el encarcelamiento anterior de mi hermano. Fue devastador cuando fue nuevamente detenido. Después doblemente devastador. Cuando se da a conocer la noticia donde el mismo día es inculpado de algo que ella, desde el primer día, no lo creyó. Después cuando se tiene comunicación con él evidentemente confirma y reconfirmamos que es algo super injusto”, dice Victorino Mateluna.

Ante todo lo sucedido, la madre de Jorge cayó en una profunda depresión y al poco tiempo se le detectó cáncer. Falleció hace poco más de un año.

Es un tema delicado, doloroso, arriesgado. Por eso, tanto para el director como para el elenco ha sido un desafío enorme hablar del caso sin caer en lugares comunes o en algo meramente pretencioso.

-¿Ha contribuido el teatro como un espacio de denuncia?

-”Yo si te puedo decir cómo fue Mateluna. Porque ha sido un gran trabajo super complejo, por lo difícil que es instalarlo sin que se borronee, verdad, lo que queremos decir y que caiga o en lo discursivo o en lo autocomplaciente, de denuncia y que quede en eso. Sino que finalmente yo creo que esta denuncia resulta porque fuimos capaces de ponernos muy al servicio de Jorge, de su historia y eso hizo que las barreras del teatro se abrieran”, reafirma Giadach.

La libertad

En este tiempo, mientras las barreras de la cárcel de alta seguridad continúan donde mismo, la actriz ha ido varias veces junto a sus compañeros a visitar a Jorge. El vínculo es tan concreto como su objetivo. “Porque queremos que se comprenda muy bien la situación de Jorge y queremos movilizar con esta denuncia. No es sólo una denuncia porque sí. Es una denuncia que quiere movilizar y quiere sacar a Jorge de la cárcel, o sea, algo súper concreto. Y claro te puedo decir un poco soberbio, pero lo queremos hacer porque creemos firmemente en esto”, dice con convicción Andrea Giadach.

Así lo entiende también Victorino Mateluna, quien junto a familiares y amigos de Jorge, incluida su compañera Claudia y el pequeño hijo de ambos, realizan diversas acciones para difundir el caso y generar presión para que se revise la sentencia.

“Esto es algo nuevo que se está haciendo y que nos está apoyando a las cosas que ya hemos hecho anteriormente, entonces al ser algo nuevo y algo super potente nos ha servido para llegar a muchas más gente. La obra creo que, originalmente, tenía 2 o 3 funciones, se extendieron después a dos o tres más, con un total de 5 salas completamente llenas”, celebra Victorino Mateluna.

El éxito de la obra, y por lo tanto la difusión del caso Mateluna, no ha sido sólo a nivel local.

-¿Se ha logrado sensibilizar y sumar apoyo más allá de nuestras fronteras?

-”Sí. Tanto así que Guillermo lo ha dicho. Ha venido gente del extranjero a ver esta obra y lo han dicho “esto no puede ser verdad”. En cualquier otra parte del mundo, y estas son palabras de él o lo que le han dicho a él, al ver estas grandes irregularidades, manipulación de hechos o manipulación de testimonio el juicio de anula y eso es lo que nosotros esperamos”, subraya Mateluna.

Estos días de verano han sido movidos para todos alrededor de Mateluna. Tanto del personaje, como el de carne y hueso. Despertar la duda es apenas el comienzo. Sus amigos y familiares esperan que la justicia actúe como tal: sea digna de confianza y asuma los errores considerando la reparación, aún cuando el calendario avanza y no existe indemnización que devuelva los días y las noches lejos de la libertad.

“Adicional a esto, a lo que es la obra estamos haciendo cosas habitualmente, tenemos algunos medios también, medios digitales donde la gente se puede acercar. Hay un comité por la libertad de Jorge Mateluna que está conformado por amigos y por familiares y a ellos lo pueden encontrar en la página de Facebook Libertad JorgeMateluna. Ahí se pueden inscribir para recibir noticias de las cosas que estamos haciendo y cosas que próximamente vamos a estar haciendo. Hemos levantado también una página web www.libertadajorgemateluna.cl”, puntualiza Victorino Mateluna.

*Foto: Fundación Teatro a Mil