Este miércoles la NASA confirmó el hallazgo de un nuevo sistema solar, el primero que contiene siete planetas con masa similar a la Tierra, donde tres de ellos podrían, incluso, contar con océanos de agua en su superficie.
La comunidad científica local mira con entusiasmo el anuncio de los cuerpos que se encuentran a 40 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario, una distancia habitable, según indicaron sus descubridores.
James Jenkins, investigador del Departamento Astronomía de la Universidad de Chile, valoró la revelación, asegurando que es una buena base para buscar vida en ellos: “Tenemos una estrella cercana con siete planetas donde podría haber agua en sus distintos estados, tres de ellos con una distancia propicia para que existan temperaturas agradables y si tienen atmósferas podría, posiblemente, existir vida”.
Para José Maza, astrónomo e investigador de la Universidad de Chile, el primer paso es saber la distancia con la estrella que circundan, variable fundamental para entender si la temperatura es apta para la habitabilidad de organismos unicelulares y constatar, posteriormente, si existen ambientes similares al nuestro, que signifique la presencia de agua: “Las condiciones para que surja la vida son muchas, pero la primera es que tengan temperatura adecuada, estos están en el rango donde, por lo menos pasan la prueba, ahora hay que saber si tienen atmósfera, muy importante para la existencia de líquidos y para eso necesitamos telescopios de mayor envergadura”.
El también Premio Nacional de Ciencias Exactas precisó que determinar si los planetas descubiertos sean habitables, no quiere decir que tengan vida, pero abren la posibilidad.
En tanto, Matías Vidal, astrónomo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Casa de Bello, indicó que, en realidad, es imposible saber a ciencia cierta si un planeta tiene vida o no desde tan lejos, y mucho menos si es apto para soportar la vida humana: “Lo máximo que podemos hacer es usar los datos disponibles para deducir algunas cosas”.
A su juicio, la “única manera certera para saber si existe vida es enviando una sonda a los sistemas más cercanos”, y empezar haciéndolo con los nuevos planetas que orbitan el Sol, por ejemplo, con Alfacetauro, que está a cuatro años luz de la Tierra.
Matías Vidal destacó que los astrónomos de la NASA lograron el descubrimiento de un nuevo sistema solar de siete planetas, gracias al aporte de un telescopio ubicado en el norte de nuestro país, precisamente en el Observatorio de La Silla en Paranal, comuna de Taltal, pleno desierto de Atacama.
El astrónomo de la Universidad de Chile destacó la importancia de este tipo de estructuras, un aliciente para que futuras generaciones se transformen en científicos y aporten al desarrollo de la investigación que contribuya al bienestar social del país.
En tanto, la astrónoma de la Universidad Autónoma de México, Yilen Gómez, declaró que es imposible viajar a los siete planetas descubiertos porque que con la tecnología actual no se puede llegar al Trappist-1, por encontrarse demasiado lejos.
En una conferencia de prensa en su país, la académica del Instituto de Astronomía destacó que la importancia del descubrimiento radica en que los tamaños de los siete exoplanetas son similares al de la Tierra y que es la primera vez que se puede medir tal cantidad de masa y radios de composición terrestre en un solo sistema.
Otra de las ventajas de seguir descubriendo planetas, es poder estudiar y determinar cómo se formó el nuestro.