Que la academia de Hollywood tiene un gusto más bien conservador no es ya una sorpresa. Sabemos que el 90% de sus miembros son blancos y el 75% son hombres mayores de 50 años. Y aunque el 2016, esta institución dio muestras de renovación – invitando a 683 nuevos miembros, 46% de ellos mujeres y 41% afromericanos – la lógica del hombre, blanco mayor y conservador sigue reinando en Hollywood. De allí se podría explicar, por ejemplo, el arrollador éxitos de “La la Land” – una cinta que celebra la lógica clásica del cine- en las nominaciones. Ahora, eso no quiere decir que la Academia no sea capaz de reconocer algunas joyas que están fuera de sus propios cánones. De hecho cada año hay entre los nominados un par de películas que sorprenden por sus riesgo y temática. Pensemos por ejemplo en “Little Miss Sunshine”, “Petróleo Sangriento” o “Secreto en la montaña” por sólo nombrar algunas.
Este año la nota disidente –y sorprendente- la da “Moonlight”. Esta pequeña película independiente ya recibió el Globo de Oro a Mejor Película Dramática y está nominada a 8 premios Oscar, incluyendo Mejor Película, Mejor director y Mejor Guión adaptado. La cinta está basada en el libro autobiográfico “In Moonlight Black Boys Look Blue” de Tarell Alvin McCraney, narra la vida de Chiron, un varón negro que crece en un suburbio de clase baja en Miami, junto a su madre drogadicta. La película muestra a Chiron en tres momentos de su vida: la infancia, la adolescencia y la adultez expresando las dificultades de salir de su contexto y armar una vida distinta a la que se supone está destinado a vivir.
Desde su primera escena el filme da cuenta de su arriesgada propuesta narrativa. Una conversación callejera entre el proveedor y el vendedor de drogas del barrio filmada con una cámara en mano que no para de moverse alrededor de ellos. La narración es inquieta y dinámica y puede, en momentos, desafiar al espectador. La puesta en escena es, al mismo tiempo, austera y eficiente para crear una cercanía con el mundo que muestra. La realidad misma es tan impactante que el filme no necesita grandes efectos para lograr conmovernos e identificarnos con este joven afroamericano que al mismo tiempo parece estar sorprendido por el mundo y sometido a él.
El director –Barry Jenkins- señaló que no quiso que los tres actores que interpretan al protagonista en sus distintas edades se conocieran entre sí, pero la selección y la dirección de actores es de tal nivel que el espectador no tiene dudas de que se encuentra ante el mismo personaje. Además de este impecable trabajo, los secundarios están en el tono preciso para la historia que se cuenta. Por lo mismo, tanto Mahershala Ali como Naomie Harris están nominados al Oscar como mejor actor y actriz de reparto respectivamente, y el primero ya fue galardonado por el Sindicato de Actores por este rol.
“Moonlight” es una película dura que nos hace pensar en la brutal realidad de tantos y tantas que parecen estar marcados por el lugar en que nacieron. Nos obliga a detenernos, mirarles a los ojos y preguntarnos por ese destino y su fatalidad. En una temporada marcada por películas sobre valoradas “Moonlight” es una joya que conmueve y se agradece. Tiene fecha de estreno para principios de marzo y vale la pena esperarla.