Su mirada cambió la estética del cine en nuestro país. Con 89 años dejó de existir el formador, director y guionista, Héctor Ríos. También fue académico de la Universidad de Chile entre 1964 y 1973, año en que fue exonerado por las nuevas autoridades tras el golpe de estado.
En su haber destacan importantes trabajos, él fue probablemente el más importante que ha tenido Chile en su oficio y del que ha sabido dar cuenta también como maestro de varias generaciones. Se formó como estudiante de Electrotecnia en la Universidad Técnica del Estado durante los años cincuenta y sintiéndose insatisfecho con los conocimientos adquiridos, derivó casi espontáneamente a la fotografía y a la iluminación, obteniendo una beca de estudios que le permitió ir a Italia y ser admitido en el prestigioso Centro Sperimentale di Cinematografia di Roma. Con tal formación y una cantidad de ricas experiencias volvió al país para incorporarse al incipiente movimiento documental que agitaba las aguas de la creación cinematográfica a comienzos de los sesenta. En 1964 ingresó al departamento de Cine de la Universidad de Chile donde dirige varios trabajos documentales antes de realizar el trabajo que le daría la fama: la dirección fotográfica de El Chacal de Nahueltoro. Luego vendría La colonia penal de Raúl Ruiz y Los Testigos de Charles Elsseser.
Como a toda su generación el golpe militar significó una obligada cesantía y optó por el exilio, primero en Perú donde filmaría El enemigo principal con Jorge Sanjinés, gran cineasta boliviano y uno de los mayores del continente. Posteriormente se instalaría por una década en Venezuela donde desarrollaría una amplia labor profesional en largos y cortometrajes y también como docente. Publica allá su único libro: “Técnica fotográfica en el cine”.
De regreso a Chile vuelve al primer plano con la fotografía de La frontera, opera prima de Ricardo Larraín, que le significa un gran triunfo, por ser una de las películas más premiadas del mundo en el año de su estreno. Se completaba así un arco histórico, desde el cine tercermundista de los años sesenta hasta el cine en colores de los noventa. La crítica lo aplaude, como también el público que acoge la película en el Festival de Cine de Viña del Mar. Vuelve a trabajar con Ruiz en El Infierno y dirige dos nuevos documentales, uno dedicado a su amigo el fallecido actor Pepe Duvauchelle y otro al admirado escritor Francisco Coloane. A partir de los años noventa agregó su labor docente en el país, la que antes ha repartido entre Perú, Cuba y Colombia. Sus talleres se vuelven rápidamente un punto de referencia para los jóvenes interesados en la fotografía. El 2007 recibe el Premio Pedro Sienna por su trayectoria. Todavía en el 2008 emprende un largo y fatigoso viaje por Europa para la filmación de una serie de cuatro episodios para televisión dedicados a la obra de Leonardo, cuya dirección corresponde a un amigo de toda la vida: Vittorio di Girolamo.
En sus últimos años se radicó en Viña del Mar, donde se dedicó a la docencia en el DUOC de esa ciudad. En enero de 2011 se estrenó Ríos de luz, cortometraje documental dedicado a su obra que ha sido realizado por Maga Meneses. Falleció en su casa en Viña del Mar, tras complicaciones derivadas del Alzheimer que lo aquejaba.
Sus funerales serán este Jueves 16 de Marzo a las 17.00 en el Cementerio Católico, Recoleta, Santiago.