Las siguientes vivencias fueron presenciadas por el suscrito, de manera que provienen de primera fuente. Y la redacto para desinflar el ambiente que todos toman tan en serio. Intuyó que Beatriz le quitará votos a su colega, en beneficio de Piñera y el resto, pa´ cazuela.

Laurent Fabius, ex Premier galo, vino como observador al Plebiscito. Ricardo Lagos manda a comunicarme que va a pelotear con el visitante en el Stade Français.

Acudimos con el fotógrafo y ambos jugadores iban a protagonizar un amistoso de tenis. En un momento dado, le comunico susurrando al ex candidato: “Podrías entrar un poco el vientre”. Lagos con los ojos bien abiertos me espeta en voz alta : “¿Y no te has mirado el tuyo?”. Rápidamente respondo: “Si, pero la diferencia es que te vengo a promover y tienes que salir bien… mi panza es lo de menos”.

En 1992 me tocó coincidir con una delegación de los jóvenes de Renovación Nacional, Allamand, Matthei, Jorge Desormeaux, Cuadra y Federico Mekis. Al llegar a Roma, Francisco Javier Cuadra desciende de la van y retorna con un retrato dibujado de Maquiavelo. Sonríe como orgulloso de su adquisición. El resto lo mira con poco aprecio.

José Miguel Insulza hastiado por las bromas e indirectas por sus ruidos nasales, se opera pero además se impone una máquina para dormir. Se trata de un aparato al que traté de adaptarme durante un año pero los arneses en torno a la cabeza para mantener fijo el flujo del aire proveniente del sistema, me impedía dormir. Ahora, muchos lo usan y les ha cambiado la vida.

El otro ex pre candidato, viaja pues premunido de su proveedor de aire que usa incluso para dormir siesta.

Es efectivo que una apena aguda puede provocar un paro respiratorio, en consecuencia uno podría no volver a despertar.

Jean Marie Le Pen, varias veces candidato en la primera vuelta de las presidenciales francesas me recibía en su casa. En aquel entonces Marine, la peligrosa fascista que pasó a la segunda en las recientes elecciones de Francia, amenazando con ser otra Trump, más nefasta pero por suerte con menos impacto externo, era sólo una joven y Caroline, su hermana, pintaba como delfín.

Su casa en Saint Cloude, barrio elegante en las afueras de París, tenía una peculiaridad bien especial: el mayordomo era vietnamita, el que nos sirvió el té, senegalés y el jardinero, de Argelia. Conste que Le Pen fue contrario a la independencia de éste país magrebiano. Y es uno de los racistas a ultranza de su país. Lamentablemente un mal hereditario.

Me recibía por ser chileno y aprovechaba en elogiar a Pinochet. Cuando le pregunté por su supuesto antisemitismo, respondió casi eufórico: ¡Cómo se le ocurre, si tengo un amigo judío!

Claudio Radonich cuando fue candidato a diputado por RN por Magallanes, solía encontrarse con el suscrito, había diálogo y bromeábamos. Cuando no salió elegido, igual nos reuníamos de vez en cuando y en una entrevista en un diario local, manifiesta su agrado de compartir con Jorge Babarovic, ex gerente de La Prensa Austral y conmigo. Llegaba a los estudios de televisión con un pie de limón: “Para los muchachos que se levantan tan temprano”.
Todo bien pese a las diferencias políticas.

Pero a la semana siguiente de asumir como Alcalde con mayoría absoluta, luego de saludarlo y plantearle un proyecto, aparece el mismo Claudio pero con una obsesión de figurar, de ser mandante y portavoz a la vez y me entero que tiene un perro tipo Lassie, llamado Rommel. Es decir, como el león del desierto, Heinrich Rommel uno de los siniestros del círculo de hierro de Hitler (casi al fin de la guerra participó en el atentado en contra del Führer y fue ejecutado), gracias al cual murieron tíos y abuelos de mi familia.

Sumado a que aprecia mucho el Lili Marlen, restaurante santiaguino cuyos propietarios alemanes están viviendo todavía la época del pasado mediano, los años treinta y cuarenta del Führer, más su fotito del dictador chileno… Resumo, no me he acercado más al municipio, ni insistido en el proyecto presentado. Miguel Serrano habría adoptado dichoso al can bautizado en homenaje al general Heinrich Rommel.