DC: una vieja historia


Viernes 5 de mayo 2017 11:16 hrs.


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Señor director:

La Democracia Cristiana chilena resultó de un desprendimiento del Partido Conservador , es decir los Pelucones del siglo XIX, un desprendimiento que al comienzo tomò el nombre de Falange. La verdad es que como acta de nacimiento se podìa haber deseado  algo mejor tanto por el lado de ese viejo partido reaccionario que formaban los conservadores como por el lado del nombre que recibió el desprendimiento, pues la siniestra Falange franquista española estaba todavía en todas las mentes por aquella época.

En todo caso no se puede negar que muchos de los jóvenes líderes que protagonizaron ese desprendimiento tenían una sensibilidad social que los distinguìa de la derecha nacional instalada en sus insoportables privilegios e indiferente a la suerte de los cientos de miles de chilenos que hasta los años sesenta atravesaban los inviernos con los pies en el barro y se cubrían del frìo y de la lluvia con cartones.

Paradojalmente su primer gran triunfo electoral la Democracia Cristiana lo obtuvo con el apoyo de esa derecha que en 1964 votó masivamente por Frei para cerrarle el camino a Allende. Se hubiera podido pensar en esa época que a la maldición del acta de nacimiento se habìa agregado un funesto noviazgo con los estratos más reaccionarios pero eso no fue más que una parte de la verdad. En efecto, la Revolución en Libertad de Frei calzaba justamente en el proyecto que lo yanquis concebían para contrariar en América Latina el ejemplo liberador cubano.

Si hubiera que ser justo habrÍa que reconocer que la sensibilidad social original de algunos de sus líderes permitió que en el gobierno de la DC se cumplieran ciertas realizaciones de importancia (chilenización del cobre, tímida reforma agraria, sindicalización campesina, etc.). Sin embargo, todo lo que se hizo quedó a medio camino, para no irritar a los poderosos, y  las matanzas de obreros (El Salvador) y pobladores (Puerto Montt) hicieron comprender a los chilenos que las mayorías dirigentes del PDC no eran más que otra cara de la vieja derecha.

Fue justamente esta otra cara repelente y reaccionaria del dúo Frei Montalva-Patricio Alywin que nuestro pueblo descubrió detràs del putsch pinochetista y los aplausos ofrecidos a los golpistas por muchos otros líderes DC en septiembre del 73.

No cabe duda que sería injusto olvidar a muchos democratacristianos que se invirtieron en la causa social antes y después del golpe y que durante éste resistieron a la brutalidad de los uniformados. Ellos permitieron sin duda, con su participación en las movilizaciones de los ochenta, terminar con la dictadura. Después de ésta sin embargo pareciera que la DC se ha aliado a la izquierda más bien por que ésta dejó de ser una verdadera izquierda que porque el partido haya cambiado de naturaleza. En efecto, la vocación derechista que nunca la ha abandonado verdaderamente sale de nuevo a la superficie en estos días  cuando la señora Goic y sus apoyos comienzan a coquetear el electorado derechista  pensando en los mezquinos càlculos ministeriales y legislativos de siempre.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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