Señor Director:
El sociólogo Alberto Mayol, del Frente Amplio, ha tomado posición por un arreglo pacifico del problema de la salida al mar soberana para Bolivia. En primer lugar, hay que destacar su gesto porque en Chile estamos acostumbrados a que los responsables de nuestras relaciones internacionales y los políticos en general ya sea repitan eslóganes chovinistas para disimular su incapacidad ya sea eviten simplemente abordar el tema.
La propuesta de Mayol de” negociar m2 por m2” con los bolivianos presenta dos aspectos importantes: lo primero es que entramos en una negociación públicamente y sin posturas hipócritas, y lo segundo, es que esa negociación se presenta como una transacción comercial ordinaria en la que los que intervienen, nuestros dos países, no están dispuestos a hacerle ningún regalo al otro.
Este tipo de transacciones comerciales referidas a territorios no tiene nada de novedoso en la historia de las relaciones internacionales y muy particularmente en América. Así no es necesario siquiera recordar que en un pasado muy reciente( siglo XIX) los EE UU le compraron Alaska a Rusia y Luisiana a Francia, transformando de una vez y para siempre estas comarcas en sendos estados de la Unión. Lo mismo sucedió por otra parte con Florida vendida por España a la potencia del norte.
Es verdad que si nuestros dirigentes actuales hubiesen tenido el espíritu que animaba a los patriotas de nuestra Independencia el litigio chileno-boliviano se hubiese arreglado en el marco de la generosidad y de la hermandad latinoamericana. Hoy en día esta perspectiva parece imposible y como de lo que se trata es de resolver un diferendo que envenena nuestras relaciones y que puede ser fuente de conflictos graves, sería mejor desarrollar la idea propuesta por Mayol.
Por lo demás nadie debería olvidar que para un país carente de recursos energéticos como el nuestro,las enormes reservas en hidrocarburos que posee Bolivia podrían ser un interesante elemento de la negociación.
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