Esta semana asoma como importante para el destino de Venezuela. La oposición convocó a un paro para este miércoles y jueves, además de una marcha masiva organizada para este viernes, todo con el objetivo de manifestar su rechazo a la Asamblea Constituyente convocada por el gobierno de Nicolás Maduro. Este domingo son las elecciones de los representantes que se sentarán, a partir de agosto, a elaborar una nueva carta magna y todo indica que la derecha no se hará parte del proceso.
En Radio Universidad de Chile conversamos con Arévalo Méndez, Embajador de Venezuela en Chile. El diplomático reconoce que la convulsión social ha alcanzado niveles riesgosos, pero que la convocatoria de Maduro es necesaria para completar una Constitución que tiene su foco puesto, principalmente, en los derechos humanos.
Esta semana parece ser clave. ¿Qué se juega Venezuela esta semana?
No diría que es una semana clave. La derecha siempre está en la hora cero. Lo que nosotros estamos haciendo, lo que propone el Presidente Maduro con la Constituyente, hay que entenderlo bien dentro su dimensión y contexto histórico. El mundo se pregunta, ¿para qué una nueva Constituyente apenas después de 20 años de la anterior? En realidad, tenemos una Constitución que apenas sí recoge los aspectos sustantivos del problema social en Venezuela. La mengua social, el deterioro, la exclusión, el abuso… Entonces la Constitución vigente está centrada casi exclusivamente en el asunto social, pero esto fue una opción obligante. El Presidente Chávez se enfocó en eso, entendiendo el grado de deterioro y la urgencia social. Estamos prácticamente a punto de una guerra civil. Es la verdad. Por lo tanto, el enfoque mayoritariamente se da hacia lo social, hacia los derechos humanos. Nuestra Constitución tiene una característica: Dos terceras partes de los artículos están dedicados a los derechos humanos.
¿Y qué queda pendiente?
Construir los otros espacios de encuentro nacional para el desarrollo, la seguridad, la soberanía, un nuevo modelo económico, etcétera. Eso no está contemplado taxativamente en la Constitución vigente. Por eso esta nueva Constitución es para seguir avanzando y consolidar el nuevo modelo económico y el nuevo modelo de relacionamiento, por ejemplo de las relaciones de producción, de la soberanía nacional, de relaciones internacionales…
Independiente de los fines, que pueden ser nobles, del Presidente Maduro de convocar a esta Asamblea Constituyente, ¿puede ser que exista un riesgo aún mayor de que al final de esta semana la convulsión social tenga repercusiones graves?
En realidad, la propuesta del gobierno de los Estados Unidos, con factores políticos internos y externos, es seguir presionando. La gran pregunta que debemos hacernos es preguntarnos qué va a pasar si una gran porción, superior al 36% -eso es lo que dice la derecha que fue a votar a lo que ellos llaman plebiscito- el próximo domingo dice que sí quiere la Constituyente. Qué pasa si más de un 50% sale a elegir a los legisladores constituyentistas. Ahí se presenta un choque. Ocurre entonces que EE.UU., con sus aliados, ha decidido atacar el proceso en Venezuela. Entonces hay manifestaciones que pretenden crear temor porque son los EE.UU. No, no, nosotros, Venezuela, ha aceptado el desafío no porque esté EE.UU. y factores aliados, no. Es porque es una decisión soberana nuestra, de ir hacia una nueva Constitución que amplíe los derechos humanos, sociales, políticos, económicos, culturales y ambientales, que son los que vamos a proponer ahora en la nueva Constitución.
¿El paro nacional de este miércoles y jueves es una medida de presión promovida por Estados Unidos?
Hoy estamos viendo que se convocó a un paro, que en realidad no es paro. Vemos a algunos vecinos trancando algunas vías, algunas autopistas, cinco, seis personas, que son apoyadas incluso por las alcaldías de esa zona. Pero eso no es un paro, no indica nada. Venezuela hoy está funcionando perfectamente. La industria petrolera, la industria petro-química, la electricidad, todos los sistemas de transporte público, la banca… Entonces no es paro lo que está pasando. Es un vulgar chantaje de algunas zonas “chic” de clase media, media alta en Venezuela. Ahí existen enfrentamientos entre vecinos que, aun siendo opositores al gobierno, no están de acuerdo con que se les niegue su derecho a desplazarse, a ir a los centros de trabajo, a los bancos, a la industria, al comercio, a la escuela, etc… Eso está ocurriendo.
Es probable que para el proceso de elecciones del domingo la oposición se reste. El llamado a boicotear las elecciones ha sido explícito, entonces los resultados probablemente sean favorables a la Constituyente y con una oposición bastante débil. ¿No le importa al oficialismo que solo voten adherentes al gobierno?
La democracia se hace con los presentes, no con los ausentes. Hace algunos días el Presidente Maduro dijo que la oposición, por intermedio de voceros de la derecha, lo había contactado para pedirle que pospusiera por un mes la asamblea para que ellos tuviesen tiempo de inscribirse. El Presidente les dijo primero que este es un proceso que ya arrancó, ya tomó cuerpo legal, por lo tanto tendrían que hacer una solicitud al CNE (Consejo Nacional Electoral) para que el CNE tome las medidas, pero ya no es una decisión presidencial. Lo segundo que pidió fue que hicieran un comunicado diciéndoles a todos los venezolanos que solicitan al Presidente suspender o posponer la actividad para que tengan tiempo de inscribirse. No aceptaron ninguna de las dos condiciones. El Presidente Maduro dijo “si yo convoco, no voy a desconvocar por caprichos”. Entonces hasta este momento la oposición no ha negado que ellos contactaron al Presidente para hacer esa propuesta, por lo tanto se da por cierto.
¿Habrá candidaturas de derecha este domingo?
Resulta ser que hay candidatos de la derecha inscritos. El acuerdo que hubo en las cúpulas de los partidos de derecha y extrema derecha fue que se inscribiesen porque no iban a poder impedirlo, pero que no fueran dirigentes connotados, estos que salen en la prensa todos los días y tienen buena televisión. A ese acuerdo llegaron, pero ojalá se tenga noción de que hay candidatos de la derecha inscritos como potenciales legisladores en la Asamblea Constituyente.
¿Por qué, al menos en el discurso, la oposición decide restarse del proceso?
Es que ellos están restados de la AC, están restados de la democracia, de la paz, de la tranquilidad, están restados de todo. Hace algunos días hubo violencia extrema de la derecha. Ahora irresponsablemente salieron a decir que perdieron el control de su gente. Eso dijeron también en el año 2002 cuando fracasaba el golpe, que fueron a la huelga petrolera y después dijeron que el paro se les había ido de las manos. Ellos están restados de todo, porque lamentablemente ellos no son autónomos. Aquí está el gobierno de EE.UU., más uno que otro gobierno por ahí, apoyando a la derecha, generando violencia. Nadie va a creer que en Estados Unidos nos quieren mucho a los venezolanos, y que quieren democracia y que viva Venezuela… No, no, no. 15 mil pozos de petróleo activos… Eso es un manjar apetecible para muchos factores políticos y económicos externos.
La oposición reclama diciendo que la convocatoria a la AC debió haberse consultado a la ciudadanía a través de un referéndum, ¿por qué no se hizo esa consulta?
Esa era una opción, que pudo haber tenido tanto el Presidente como la Asamblea Nacional que la oposición domina. Estamos en una situación de emergencia, de urgencia. Hay que atender problemas estructurales de nuestra economía, de la seguridad interna, de las relaciones internacionales, del modelo económico. Eso es urgente, no aguanta más, porque el petróleo no va a regresar a 80 (dólares por barril) hasta dentro de 40 años. Entonces el Presidente maduro no puede hacer algo que no es una obligación. La Constitución dice que el Presidente puede convocar, no dice que tenga que hacerlo.
Por ser el poder originario no tiene leyes que la regulen. Si tuviese normas que la regulen y le ponga plazos y que establezca cómo se organiza, cómo funciona, cuál es su estructura, cómo se conforman las comisiones, ya no sería originaria. La misma Asamblea Nacional Constituyente, y eso es constitucionalismo mundial, determina su propia forma de conducir un proceso de este tipo. De manera que no sabemos cuánto va a durar, no sabemos cómo va a funcionar. Lo único que podemos saber es que el Presidente anunció en la convocatoria que la Constitución resultante va a ser sometida a referéndum para aprobación o desaprobación de los venezolanos.
Este domingo la Constituyente va…
Va. Va, va, va. A nosotros EE.UU. y factores políticos externos nos están amenazando desde el mismo momento en que Chávez llegó al poder. No solo con esto, sino que con un golpe de Estado y con un pseudo intento de golpe de Estado cuando fue la huelga petrolera. Atemorizarnos sería negar nuestra propia realidad histórica. No, Venezuela sufrió demasiado por los factores imperiales mundiales y no estamos para amenazas.