Señor Director:
Ayer 27 de julio dos trabajadores contratistas han perdido su vida, uno en Alto Hospicio y otro en Alto Maipo, en 2016 fueron 412 en total los trabajadores que fallecieron, más de uno por día.
Estas vidas que se apagan iban en busca del trabajo digno para llevar el sustento a sus hogares.
Por lo que resulta ser una falacia que el trabajo en las FFAA. es más riesgoso y por eso jubilan antes, falso y completamente falso, son los trabajadores quienes con su vida sustentan este modelo neoliberal, mas encima se les terceriza, con lo cual su protección disminuye; en el caso de las FFAA. se trata de una jubilación ficticia ya que muchas veces son recontratados por las mismas instituciones castrenses en complicidad con el alto mando, ya que estos a futuro se aseguran pensiones elevadas, que son pagadas en un 75 % por todos los chilenos, no por las AFP.
Menos mal que la ley 16.744 obtenida en 1968, en esa democracia que algunos se afanan en aplastar, se consagraron pensiones mínimas para los dependientes del trabajador sino quedarían en la más completa indefensión.
Estos son los resultados de la ley propiciada por Longueira y avalada por la Concertación, Osvaldo Andrade, René Cortázar, la que ha permitido el enriquecimiento de los Luksic, Matte, Angelini y cuanto poderoso hay en el país; quitarle a uno para mantener a otros, para ellos llevarse la parte gigantesca del pastel, esa es la modernidad con la cual quieren ser los guías del país.
Los Walker, los Martínez, los Tarud, los Piñera, la UDI … están más preocupados por Leopoldo López que por los chilenos que caen víctimas de la desprotección propiciada por ellos mismos.
En el centenario de Violeta Parra, sus estrofas retumban hasta la eternidad: ¡”Que dirá el Santo Padre, que le están degollando sus palomas”!
Son los trabajadores contratistas las principales víctimas del sistema, vaya para ellos mi solidaridad.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.