Me refiero a Steve Sánchez, quien sin pudor alguno golpeó, drogó y violó a una estudiante de 15 años. La menor se mantuvo en coma e internada en el Hospital San Juan de Dios, quien a pesar de los intentos realizados por salvar su vida, terminó falleciendo a causa de una sobre dosis.
Como estudiante y joven de 16 años me siento directamente conmovida y relacionada con este acontecimiento. La muerte de Andrea nos demuestra una vez más el sufrimiento y la agresión que se ha impuesto al cuerpo de las mujeres y la forma de la crueldad que ha tomado la misoginia.
Tomando en cuenta lo anteriormente mencionado, junto con los 27 femicidios consumados y 4 femicidios frustrados registrados hasta la fecha, no consigo evitar preguntarme: ¿a este punto tenemos que llegar para hacer justicia?
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