Señor director :

En pocos meses màs se cumpliràn exactamente 60 años de la elecciòn presidencial de 1958 en la que Salvador Allende perdiò por 33 000 votos la Presidencia de la Repùblica. Es decir un poco menos que los 41 000 votos que obtuvo en la misma elecciòn Antonio Zamorano, ex – cura de Catapilco , en una candidatura fabricada de todas piezas por la derecha para cerrarle el camino al candidato popular y asegurar la victoria de Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964).

No es difícil imaginar que la victoria de la izquierda en esa ocasión habrìa revestido una significación bastante diferente porque , en primer lugar, no se habìa producido la revoluciòn cubana , que se convertirìa en el espantapájaros esgrimido por el imperialismo para condenar toda victoria progresista, y en segundo lugar, porque Allende tenìa 15 años menos, y sabemos muy bien la ventaja que representa la edad en el combate polìtico.

Estos hechos, yo lo acepto, no pueden tener en 2017 màs que un valor relativo pues la situación ha cambiado. Sin embargo , es difícil que en el campo de la centro izquierda actual alguien pueda poner en duda que el regreso de la derecha al poder  serà nefasto ¿Serà necesario recordar la supresión del bono  invierno para los màs pobres que fue una de las medidas símbolos de la gestión del Piñera presidente ?

Asì sin querer asimilar las candidaturas de la señoras Goic y Sánchez a lo que fue el cura de Catapilco en 1958 uno tiene derecho a preguntarse si resulta razonable que ellas faciliten el triunfo de la derecha nacional que es tan insensible como siempre y que, como siempre, no quiere aceptar ningún convive en el banquete de los ricos, y con mayor razòn si este convive es el pueblo.

José Aguirre