Señor Director:
Con mucha tristeza, pero con sentido de movilización permanente, nos duele mucho que un menor de tres años haya sido víctima de una “bala loca” ayer, martes 17 de octubre, en un jardín infantil en la comuna de Limache.
Como educadores que trabajamos en varias escuelas de la Quinta Región, ésta es una realidad que nos duele y que a la vez nos congrega.
Entendemos esta problemática, en primer término, como una de las tantas consecuencias de una sociedad que educa en las lógicas de la competencia, que ha olvidado la importancia de los valores esenciales del amor, la paz y la mutua legitimación entre personas. Quien dispara una bala, lo hace porque no logró desarrollar ciertas habilidades socioemocionales para poder discernir hasta qué punto se pueden cometer actos de cualquier índole sin pasar a llevar los derechos de otras personas. No queremos justificar su actuar, pero sí creemos que en nuestro rol de educadores, debemos reflexionar sobre estos flagelos desde la conciencia crítica para poder desde un diagnóstico pertinente trabajar en soluciones que sean contextualizadas.
En segundo lugar, no nos podemos imaginar el dolor que está sintiendo la familia del bebé baleado, pero toda nuestra solidaridad está con ellos. Creemos que estos dolores tan grandes son evitables trabajando de manera colectiva, organizados y siendo estratégicos para poder incidir en la toma de decisiones que sean un verdadero giro hacia la justicia social.
Los jardines infantiles y las escuelas, son co-garantes de los derechos de niños y niñas de nuestro país. Consideramos normal que existan protocolos en casos de catástrofes naturales, pero no es normal que haya protocolos en caso de una balacera en las inmediaciones de estos. Es inaceptable, nos indigna y nos denigra tener que escondernos debajo de las mesas para que no nos lleguen “balas locas”. Es imprescindible avanzar hacia un sistema educativo que erradique la pobreza en todos sus aspectos en un proceso de deconstrucción democrático, reflexivo y libre de las ataduras de la lógica competitiva a las que se han sometido a nuestras escuelas si es que no queremos más balas locas.
Ariel Capetillo
Constanza Hurtado
Felipe Rivera
Leonardo Aguiló
Francesca Cambiaso
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.