La agencia Saba, controlada por los rebeldes hutíes respaldados por Irán, atribuyó el bombardeo a Arabia Saudita, al frente de una coalición que interviene militarmente en el país en apoyo al gobierno.
El blanco del ataque fue un mercado de la localidad de Sahar, una de las subprefecturas de la provincia de Saada, bastión de los rebeldes hutíes, según las dos fuentes.
En marzo de 2015, las fuerzas progubernamentales recibieron el apoyo de una coalición liderada por Arabia Saudita y desde entonces los combates y los ataques aéreos no han cesado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la guerra ha causado más de 8.650 muertos y alrededor de 58.600 heridos, muchos de ellos civiles, desde la intervención de la coalición árabe.