Hoy mientras conducía mi auto escuché, como hago a menudo, la radio de la Universidad de Chile. Eran las siete y media de la tarde cuando mi serenidad se vio violentamente interrumpida  por la diatriba que escuché en su emisora. El programa: Sin Fronteras.

Soy ex alumna de la Universidad de Chile, soy chilena y judía, producto de ambas  culturas, sin ser religiosa. Por lo tanto conozco bien el complejo problema al que se refería, basado tan solo en prejuicios y delirantes fantasías conspirativas, el señor Pablo Jofré Contreras.

Pregunto yo ¿Habría sido justo hablar contra la existencia de Chile entero durante la dictadura de Pinochet?

Que un gobernante de derecha en Israel promueva la ocupación de territorio palestino,  no pone necesariamente en duda  la existencia de Israel, unico país democrático en el Medio Oriente, donde viven y votan ciudadanos árabes que tienen representantes en el parlamento israelí. Y por su puesto en Israel habitan personas de diversas tendencias políticas.

Ni justifica derivar conclusiones apresuradas sobre conspiraciones financieras, ademas de imaginar maquiavelicas utilizaciones por Israel de los evángelicos cristianos, y otros comentarios delirantes que incitaban sin duda al odio.

Hablo aleman, por lo tanto he podido escuchar grabaciones de los discursos de Hitler. Estos ocurrieron en época que Israel aún no existía como estado. El señor Jofré se inspiró, o quizás hasta usó traducciones literales de tales discursos. Lamentable inspiración.

Habla mal de la Universidad de Chile, casa de estudios que debiera ser nido y hogar de pensamiento reflexivo, riguroso y ponderado sobre la sociedad en que vivimos.

El señorJofré llegó a negar que los judíos tengan relación alguna, desde la antiguedad,  con el territorio al que se refería. Mientras miles mueren en Yemen, no los menciona,  prefiriendo incitar al conflicto, a la separación entre los seres humanos, en vez de proponer soluciones constructivas de las que pueda surgir la paz en Medio oriente. Cualquier observador mas neutral se da cuenta que el mayor problema objetivo del Medio Oriente no es la existencia de Israel. Y   que el problema del mundo árabe contra Israel es lo que el mar es para Evo, alguien a quien odiar (los chilenos) para unificar un país con problemas. En el caso del Medio Oriente, los países árabes necesitan el conflicto con Israel para mantener su frágil “unidad.”

Muy superficial su análisis, mal intencionado y prejuicioso. No creo en la satanización de judíos  o musulmanes, ni en la negación del derecho a existir que tiene  Israel, que es el mismo  derecho que tiene el pueblo palestino a lograr su soberanía. Creo que si sumamos a  gente inteligente y de buena voluntad se llegará finalmente a una solución. Para ello tenemos que ignorar a los señores Jofré de este mundo.