El 27 de mayo del 2015, en Zúrich, quedó a descubierto frente a los ojos del mundo un escándalo de corrupción y sobornos develados en una investigación iniciada en Estados Unidos por el FBI. Ese día, en pleno congreso del organismo, se produjo la detención de siete altos mandos de la FIFA involucrados en turbios manejos. En ese lugar y también con orden de aprensión, se encontraba Alejandro Burzaco quien ayudado por la fortuna, logró evadir a los policías y huyó con destino a Italia, donde se entregaría a las autoridades días más tarde. A la postre ese mismo congreso terminaría reeligiendo a Joseph Blatter como presidente antes de su caída definitiva y Burzaco se convertiría en uno de los testigos principales de la indagación contra las altas autoridades del mundo del fútbol y particularmente las de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL).

Alejandro Burzaco fue accionista y el más alto ejecutivo de Torneos y Competencias S.A que es la mayor productora y comercializadora de eventos deportivos de América Latina. Los contenidos de las señales de Fox Sports, el paquete de canales deportivos de DirecTV y la mitad de TyC Sports eran producidos en dicha empresa. El poder y el dinero involucrado eran enormes y los niveles de corrupción, asquerosos.

Hace unos días, el malogrado empresario declaró en la causa que se lleva en la Corte Federal de Brooklyn y sus revelaciones han confirmado con cifras exactas y formas de pago precisas, los sobornos que los altos funcionarios de la CONMEBOL y los presidentes de las diferentes Asociaciones recibían, de forma extra oficial, por la adquisición de los contratos para las transmisiones de campeonatos o partidos amistosos. Las declaraciones de Burzaco incluyeron una amenaza de muerte en pleno juicio y en presencia del juez, del ex presidente de la Asociación peruana Manuel Burga y el suicidio en Argentina del abogado Jorge Delhon, quien como funcionario del programa del gobierno argentino Futbol para Todos y según la declaración de Burzaco, recibió sobornos por casi cuatro millones de dólares.

Además el empresario precisó ante la fiscalía que el dueño mayoritario de Torneos y Competencias era Fox Sports que tenía un 75 por ciento y que solamente el resto del paquete accionario pertenecía a su empresa. Así mismo, acusó a un alto ejecutivo del canal de aprobar un desembolso de 3,8 millones de dólares para sobornar a los dirigentes sudamericanos e incluso confirmó la firma de un contrato falso mediante otra compañía para justificar el movimiento del dinero. Y aunque evidentemente la cadena de televisión salió a desmentir los dichos afirmando que jamás han pagado sobornos como parte de sus estrategias de posicionamiento o adjudicación de eventos deportivos, eso no apartará de ellos ni los rumores ni la investigación rigurosa llevada por las autoridades norteamericanas.

Entre todas las cosas que el empresario declaró, hubo un reconocimiento a la rectitud de nuestros dirigentes (aunque solo fuera por un tiempo). Burzaco dijo que Harold Mayne Nicholls nunca pidió o aceptó un soborno. Que la Federación de Chile se mantuvo al margen de esas prácticas justo hasta la elección de Sergio Jadue, quien accedió rápidamente a todos los “beneficios” ofrecidos por estas grandes empresas. Siempre supimos que poner a corruptos, ladrones y mentirosos al frente de cualquier proyecto ineludiblemente terminaría en fracaso. Lo insoportable es que todavía no haya ningún dirigente arrepentido o mejor aún castigado por su responsabilidad en la elección, encubrimiento y omisión frente a los turbios manejos del ex presidente. Todos eran ingenuos, nadie vio nada y todos fueron engañados. Una historia difícil de creer pero que mantiene el status quo y los negocios en puerta para los empresarios del fútbol. Los mismos que llevaron y alentaron al delincuente hoy se soban las manos con la inminente venta del Canal del Futbol (CDF) y la repartición del botín.

Por eso, con tanto dinero sucio y ofertas en lo oscuro, resulta importante ser cautelosos y pensar mucho el siguiente paso. Fox Sports, Televisa, Globo, Full Play, Media Pro y Traffic fueron nombradas por Burzaco en su declaración y las autoridades han puesto su mirada fijamente en ellas. Entonces no parece ser el momento adecuado para firmar contratos y decidir algo tan relevante para nuestro fútbol. Menos aún,  cuando Fox Sports aparece como el “favorito” y casi seguro comprador. Por más que los contratos se diseñen en la legalidad operante no parece muy ético “negociar” con quien ha sido acusado de utilizar estrategias tan sucias e ilegales.

El CDF es un capital importante que pertenece a los clubes y su venta traerá enormes recursos. Por eso que a algunos dirigentes les urge la venta y por ello también es que nadie quiere poner restricciones que obliguen a manejar el dinero de forma inteligente. La mayor parte de ellos desean vender y llevarse la plata a los bolsillos y sin reglas claras, eso será probablemente lo que ocurrirá. Por esto, el directorio actual no puedo omitir su responsabilidad ni apurarse a tomar decisiones sin tener claros los objetivos relevantes para nuestro fútbol. Ellos deben velar por el bienestar y desarrollo de la actividad imponiendo áreas de inversión y manejo de los capitales. La ANFP debe recomendar y obligar mediante normativas, a un gasto fijo y suficiente para el desarrollo del fútbol joven, para infraestructura deportiva y medica de calidad, para mejorar constantemente la capacidad humana y profesional de los equipos técnicos, para inversiones en jugadores que realmente eleven el nivel del campeonato y para asegurar que el fútbol chileno completo, siga mejorando y avanzando sin restricciones.

La venta rápida y sin limites terminará favoreciendo a los dueños de los equipos y perjudicando al socio, al hincha y al fútbol. La plata producida por el CDF debería quedarse en el fútbol y ser gastada de manera responsable y solidaria. Esa enorme cantidad de dinero podría ponernos a la altura de los mejores y con las estructuras necesarias para sostenerlo por mucho tiempo. La cosa está en tener visión, conocer bien el juego y la actividad deportiva, planificar con altura de miras y dejando de lado la ventaja personal. Lo relevante acá es pensar como dirigentes deportivos y no como empresarios porque de esa forma la ética y la pasión desaparecen y la riqueza rápida se vuelve el único fin. ¿El fútbol? ¿el espectáculo? ¿mejorar? Nada de eso es lucrativo, aunque sea lo más importante.