La polvareda comenzó a levantarse cuando la constructora brasileña Odebrecht, acusada de financiar coimas en doce diferentes países -diez de ellos en América-, dio cuenta esta semana al Congreso peruano del hecho de haber pagado US$ 4,8 millones a dos consultoras vinculadas al actual mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, una de ellas cuando trabajaba para el gobierno del Presidente Alejandro Toledo entre 2001 y 2006.
El Congreso peruano, al enterarse de la noticia, puso el grito en el cielo y una parte de los parlamentarios solicitaron la renuncia del Jefe de Gobierno por su “permanente incapacidad moral”. Ante dicho escenario, PPK declaró: “No voy a abdicar, ni a mi honor, ni a mis valores, ni responsabilidades como Presidente de todos los peruanos, invito a todos los actores políticos a hacer lo mismo, nos costó mucho recuperar esta democracia, no la volvamos a perder”.
Daniel Salaverry, militante de Fuerza Popular, partido de tendencia fujimorista y fuerza mayoritaria del Congreso de Lima, afirmó que “lo que queda claro es que Perú no puede seguir estando dirigido por un Presidente que le miente constantemente a su pueblo”.
En este contexto, y con una declaración oficial que no dejó satisfecho a los sectores políticos opositores, el Congreso de Perú aprobó este viernes que el próximo jueves 21 de diciembre se debata la destitución del Presidente. El documento que solicita la destitución del Jefe de Estado señala que “la incapacidad moral es aplicable en conductas graves que, sin ser delitos ni infracciones de un juicio político, deterioren a tal magnitud la dignidad presidencial, más aún cuando el presidente de la República es el jefe de Estado y personifica a la Nación, por lo tanto, hace imposible que se mantenga en el cargo después de tales conductas”.
La solicitud de vacancia precisaba de la firma de 26 congresistas para ser presentada, y logró congregar 27 durante la jornada de ayer. Según señala La Tercera, “su admisión requiere 52 votos a favor, mientras su eventual aprobación final necesitaría 87 votos favorables luego de un debate que se debe llevar a cabo después de tres días de admitir dicha moción. Galarreta sostuvo que una vez que la propuesta sea admitida el Presidente sería convocado para defenderse el próximo jueves”.
Según consigna El País, “el próximo 21 de diciembre el fiscal que dirige el equipo especial anticorrupción del caso Odebrecht, Hamilton Castro, interrogará de forma reservada al mandatario en el Palacio de Gobierno acerca de los pagos que recibió a través de Westfield Capital. Y al día siguiente, Kuczynski tendrá que comparecer ante la Comisión parlamentaria del mismo caso”.
La polvareda comenzó a levantarse cuando la constructora brasileña Odebrecht, acusada de financiar coimas en doce diferentes países -diez de ellos en América-, dio cuenta esta semana al Congreso peruano del hecho de haber pagado US$ 4,8 millones a dos consultoras vinculadas al actual mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, una de ellas cuando trabajaba para el gobierno del Presidente Alejandro Toledo entre 2001 y 2006.
El Congreso peruano, al enterarse de la noticia, puso el grito en el cielo y una parte de los parlamentarios solicitaron la renuncia del Jefe de Gobierno por su “permanente incapacidad moral”. Ante dicho escenario, PPK declaró: “No voy a abdicar, ni a mi honor, ni a mis valores, ni responsabilidades como Presidente de todos los peruanos, invito a todos los actores políticos a hacer lo mismo, nos costó mucho recuperar esta democracia, no la volvamos a perder”.
Daniel Salaverry, militante de Fuerza Popular, partido de tendencia fujimorista y fuerza mayoritaria del Congreso de Lima, afirmó que “lo que queda claro es que Perú no puede seguir estando dirigido por un Presidente que le miente constantemente a su pueblo”.
En este contexto, y con una declaración oficial que no dejó satisfecho a los sectores políticos opositores, el Congreso de Perú aprobó este viernes que el próximo jueves 21 de diciembre se debata la destitución del Presidente. El documento que solicita la destitución del Jefe de Estado señala que “la incapacidad moral es aplicable en conductas graves que, sin ser delitos ni infracciones de un juicio político, deterioren a tal magnitud la dignidad presidencial, más aún cuando el presidente de la República es el jefe de Estado y personifica a la Nación, por lo tanto, hace imposible que se mantenga en el cargo después de tales conductas”.
La solicitud de vacancia precisaba de la firma de 26 congresistas para ser presentada, y logró congregar 27 durante la jornada de ayer. Según señala La Tercera, “su admisión requiere 52 votos a favor, mientras su eventual aprobación final necesitaría 87 votos favorables luego de un debate que se debe llevar a cabo después de tres días de admitir dicha moción. Galarreta sostuvo que una vez que la propuesta sea admitida el Presidente sería convocado para defenderse el próximo jueves”.
Según consigna El País, “el próximo 21 de diciembre el fiscal que dirige el equipo especial anticorrupción del caso Odebrecht, Hamilton Castro, interrogará de forma reservada al mandatario en el Palacio de Gobierno acerca de los pagos que recibió a través de Westfield Capital. Y al día siguiente, Kuczynski tendrá que comparecer ante la Comisión parlamentaria del mismo caso”.
La polvareda comenzó a levantarse cuando la constructora brasileña Odebrecht, acusada de financiar coimas en doce diferentes países -diez de ellos en América-, dio cuenta esta semana al Congreso peruano del hecho de haber pagado US$ 4,8 millones a dos consultoras vinculadas al actual mandatario peruano, Pedro Pablo Kuczynski, una de ellas cuando trabajaba para el gobierno del Presidente Alejandro Toledo entre 2001 y 2006.
El Congreso peruano, al enterarse de la noticia, puso el grito en el cielo y una parte de los parlamentarios solicitaron la renuncia del Jefe de Gobierno por su “permanente incapacidad moral”. Ante dicho escenario, PPK declaró: “No voy a abdicar, ni a mi honor, ni a mis valores, ni responsabilidades como Presidente de todos los peruanos, invito a todos los actores políticos a hacer lo mismo, nos costó mucho recuperar esta democracia, no la volvamos a perder”.
Daniel Salaverry, militante de Fuerza Popular, partido de tendencia fujimorista y fuerza mayoritaria del Congreso de Lima, afirmó que “lo que queda claro es que Perú no puede seguir estando dirigido por un Presidente que le miente constantemente a su pueblo”.
En este contexto, y con una declaración oficial que no dejó satisfecho a los sectores políticos opositores, el Congreso de Perú aprobó este viernes que el próximo jueves 21 de diciembre se debata la destitución del Presidente. El documento que solicita la destitución del Jefe de Estado señala que “la incapacidad moral es aplicable en conductas graves que, sin ser delitos ni infracciones de un juicio político, deterioren a tal magnitud la dignidad presidencial, más aún cuando el presidente de la República es el jefe de Estado y personifica a la Nación, por lo tanto, hace imposible que se mantenga en el cargo después de tales conductas”.
La solicitud de vacancia precisaba de la firma de 26 congresistas para ser presentada, y logró congregar 27 durante la jornada de ayer. Según señala La Tercera, “su admisión requiere 52 votos a favor, mientras su eventual aprobación final necesitaría 87 votos favorables luego de un debate que se debe llevar a cabo después de tres días de admitir dicha moción. Galarreta sostuvo que una vez que la propuesta sea admitida el Presidente sería convocado para defenderse el próximo jueves”.
Según consigna El País, “el próximo 21 de diciembre el fiscal que dirige el equipo especial anticorrupción del caso Odebrecht, Hamilton Castro, interrogará de forma reservada al mandatario en el Palacio de Gobierno acerca de los pagos que recibió a través de Westfield Capital. Y al día siguiente, Kuczynski tendrá que comparecer ante la Comisión parlamentaria del mismo caso”.
