Las aguas del Sena, río que recorre el corazón de París, han superado su caudal natural. La crecida ya supera los 5 metros, inundando muelles y obligando a cerrar varias estaciones de transporte público. En 2016 el Sena había alcanzado los 6,10 metros. Los parisinos amanecieron con un río desbordado que obligó a muchos a cambiar su trayecto por el cierre en de algunas estaciones de tren del transporte público.
En invierno las aguas del Sena aumentan, pero en 2017, como el año pasado, el caudal se está acercando al piso crítico de 6 metros. Toda la navegación fluvial fue suspendida, ya que el agua se acerca al nivel de los 37 puentes que cruzan el río.

Por ahora el Sena está lejos de alcanzar el récord de 1658 cuando rozó los 9 metros. En el siglo pasado, en 1910, las aguas subieron hasta 8,62 metros dejando a grandes partes de la capital francesa inundadas.