Hoy a las 9 de la noche hora local, el Presidente de los Estados Unidos entregará al Congreso el informe de los avances del país en el último año y también de los proyectos en materia legislativa para el año siguiente.
El discurso conocido como “State of the Union” tiene larga data y pese a que ahora reviste un carácter altamente mediático, no siempre fue así , pues ha ido mutando con el transcurso de los años. La Constitución del país de América del Norte establece que es el Presidente quien “deberá, periódicamente, proporcionar información al congreso sobre el estado de la Unión y recomendar que tengan en cuenta las medidas que considere necesarias y convenientes”.
Fue el presidente número 28, Woodrow Wilson, quien volvió a presentarse ante el Congreso, y lentamente se retomó la idea del discurso por sobre el documento escrito, probablemente gracias a la enorme influencia de la radio a principios del siglo XX. A partir de 1981, los “State of the Union” se convirtieron derechamente en eventos de gran trascendencia que se televisaban a todo el país.
Los anuncios que se esperan de Trump
En el pasado, el discurso “State of the Union” ha servido para realizar grandes anuncios tanto ante los parlamentarios como ante el país. Abraham Lincoln lo usó para anunciar su intención de lograr la emancipación de los esclavos y en 1823 se rechazó la intervención Europea en las Américas, creando así la famosa política de Estado conocida como “doctrina Monroe“. A finales del siglo XX e inicios del XXI, presidentes como Bill Clinton y George W. Bush anunciaron las reformas al sistema de salud y la intervención militar en Irak, respectivamente.
Para hoy, se espera que el presidente republicano inicie su intervención resaltando la reforma tributaria y enlazando ésta a la mejoría económica que ha presentado Estados Unidos en los últimos meses. Por otra parte y referente a la profunda división que separa a demócratas y republicanos respecto de la inmigración, los analistas estiman que el presidente optará hoy por pedir una salida bipartidista, ofreciendo a los demócratas la reactivación del DACA (política implementada en el mandato de Barack Obama que protege a los “dreamers” de ser deportados debido a que ingresaron al país como ilegales cuando todavía eran niños) a cambio de que se apruebe el presupuesto para la construcción del muro fronterizo con México, fortalecer la seguridad fronteriza y contratar más agentes, jueces y fiscales de migración.
De lo que probablemente no se hablará durante la alocución, será de las relaciones con Rusia y de la influencia que se pudo haber ejercido durante la campaña presidencial para torcer a su favor los resultados.
Esta noche, Trump dibujará el boceto de su segundo año de mandato que estará marcado por un nuevo proceso eleccionario en el poder legislativo y al que su partido llega muy disminuido. Tema no menor si se considera que las fuerzas políticas en el Congreso pueden determinar qué promesas de campaña se convertirán en realidad y cómo se llevarán a cabo estas durante la presidencia del magnate.