Señor Director:
Lo ideal para los grandes del mundo es que no existan fronteras o que éstas sean tan tenues que permitan que sus capitales se paseen sin ninguna dificultad allì donde quieran, para lograr las màximas ganancias y para trasladar éstas con entera libertad ,allí donde les parezca . Esa es la mundialización feliz de los poderosos y de sus valets nacionales.
Nuestro país , donde tenemos unos gobernantes sumergidos en la creencia beata de esta mundialización, se ha convertido en un territorio abierto a todos los vientos, donde las mercancías a menudo inútiles, cuando no son contaminantes, y los capitales voraces , con un origen a veces turbio, circulan en masa sin dejar muchas veces ni la huella de una consecuencia positiva para nuestra población.
Se ha ido creando así la ilusión de que Chile , que no es siquiera capaz de alojar decentemente a sus hijos ni devolver sus tierras a los miembros de su etnia indígena principal, es un país capaz de acoger a miles y decenas de miles de desamparados de Haití, de Colombia y de tantos otros países, unos migrantes que en el colmo del engaño llegan a hablar de Chile como los Estados Unidosde América del Sur.
Sin duda que los patrones tienen todo por ganar con esta inmigración de la pobreza que es capaz de trabajar por salarios de miseria que los chilenos no aceptan. Más aún, quizás no sea una simple hipótesis pensar que para los privilegiados chilenos hasta sería deseable reemplazar nuestra población por otra, más obediente, más sumisa, en una palabra por una mano de obra capaz de asegurar a los patrones unos beneficios cada vez más grandes.
Sería hora pues que obremos para despejar estos malos entendidos que pueden ser funestos tanto para quienes llegan hasta nuestro país como para los chilenos. La verdadera solidaridad latinoamericana es un combate que hay que impulsar en cada país y no una competencia entre quienes luchan por servir mejor a los explotadores.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.