Señor Director:En un país de conglomerados económicos en el cual LATAM se encuentra a la cabeza del oligopolio del transporte aéreo, nos encontramos con indiferencia sin contraparte por parte de la empresa.
El nuevo paro que afecta a los tripulantes de LATAM afecta directamente a los usuarios de la línea aérea, saltándose a LATAM como tal. Antaño, ante situaciones de este tipo, la línea aérea nacional ponía por delante el confort de sus usuarios ofreciendo la reubicación más oportuna ante cancelaciónes y las compensaciones que correspondieran dadas las molestias generadas.
Hoy, los tiempos han cambiado. Ante la situación adversa, LATAM cancela unilateralmente los vuelos a la mayoría de sus pasajeros,
ofrece reprogramaciones irrisorias, que pueden alcanzar hasta 15 horas de trayecto dado ofrece conexiones internacionalese para vuelos nacionales; no informa a sus pasajeros sobre los cambios a los que sus trayectos teniendo estos que enterarse por los medios más insólitos o directamente en el aeropuerto y peor aún, sin un ente que realmente exija el respeto de los servicios comprados o las compensaciones que de este incumplimiento puedan generarse. No es lo mismo comprar un producto a precio fijo en el supermercado, el cual puede estar defectuoso, pudiendo este ser cambiado o pedir la devolución del dinero invertido que agendar un tiempo de vuelo con anticipación a un precio que va en ascenso a medida que se acerca el momento del vuelo en el cual, ante su cancelación unilateral por parte del prestador, el retorno del dinero para el cliente no tiene el mismo valor para comprar un servicio similar en otra línea aérea o la reprogramación implica otra inversión de tiempo que de ninguna manera LATAM compensa. LATAM de ninguna manera pierde.¿Será que esta progresiva y supuesta transición a ser una línea aérea que entrega Servicios de tipo Low Cost se traduce necesariamente en que la calidad mínima del servicio no estará asegurada?¿Los pasajeros que compran un ticket aéreo tienen alguna protección real ante la cancelación de un vuelo que asegure realmente que no perderán tiempo ni dinero, o se deben comprar seguros que aseguren al pasajero en caso de presentarse problemas como estos, como ocurre en otros países?
El único punto algo positivo en todo esto, es que se espera que este oligopolio vaya desapareciendo en los próximos años con la llega de nuevas líneas aéreas que aseguren una competencia justa y que beneficie a los usuarios.Al parecer LATAM ya no es la línea aérea de los chilenos por lo que parece prudente abrirse a otras experiencias para reforzar dicha competencia.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.
Envíanos tu carta al director a: radio@uchile.cl