A través de un comunicado de prensa, el Observatorio del proceso Constituyente entregó los resultados del informe “Un Año del Observatorio del Proceso Constituyente de la Fundación RED” los que fueron dados a conocer públicamente el lunes 23 en la Casa central de nuestra casa de estudios.
El texto, presentado por el Director del Observatorio, Ernesto Riffo, realiza un análisis crítico de la iniciativa de cambio constitucional impulsada primero desde la ciudadanía y luego desde el Gobierno pasado.
Entre otros aspectos, el informe del Observatorio valoró la etapa participativa del proceso constituyente como una oportunidad para que la ciudadanía se involucrara “de forma intensa” en la reflexión constitucional, pero criticó la manera en que se formuló el proyecto de nueva Constitución y el de reforma al capítulo XV de la carta fundamental.
“El diseño del proceso separó de forma tajante la participación y la fase institucional. Los debates ciudadanos finalmente no tuvieron un impacto directo en la toma de decisiones posterior”, señaló Riffo.
Asimismo, el análisis del Observatorio criticó la forma en que se llevó a cabo el proceso constituyente indígena: “La propuesta inicial del gobierno que fue sometida a consulta indígena dista del articulado del proyecto final que presentó el Ejecutivo”, explicó Ernesto Riffo.
A continuación, la ex Presidenta Bachelet realizó sus comentarios, destacando la etapa participativa y el involucramiento de personas que invirtieron su tiempo libre en “dialogar con conocidos y desconocidos sobre el Chile que queremos”.
“Hay una demanda de las personas de ser escuchadas y muchas dejaron el escepticismo imperante. El proceso participativo fue incluso un proceso sanador. Esas ganas de pensar el país que queremos, esa energía social no puede perderse”, aseguró.
Si bien señaló que la discusión constituyente “sigue abierta”, reconoció que la iniciativa de cambio constitucional de su gobierno no fue completada.
“Tengo plena conciencia de que no logramos concluir a cabalidad el proceso constituyente, por varias razones. Había que crear las condiciones para que el proyecto fuera viable dentro de la correlación de las fuerzas existentes”, planteó.
Luego, se realizó un panel de comentarios con la participación de María Cristina Escudero, ex integrante del Comité de Sistematización de la etapa participativa del proceso constituyente, y Sebastián Soto, profesor de Derecho Constitucional de la UC.
Sebastián Soto se planteó como un “escéptico” del proceso constituyente. “Nos dicen que la constitución está enferma pero nadie nos dice qué es lo que hay que mejorar”, afirmó.
“La Constitución sí tiene espacios para perfeccionarse, pero no es necesario cambiar toda la Constitución. Hemos ido tomando conciencia de que este proceso es largo y lento, de la importancia del tiempo y de la desinteligencia de crear momentos constitucionales que intentan romper con el pasado”, agregó el académico.
Además, planteó que el contenido de la carta fundamental debe ser acotado y no maximalista. “Hay una tensión entre la expectativa de la Constitución y lo que la Constitución realmente puede hacer”, señaló.
En tanto, Escudero afirmó que el proyecto de nueva Constitución enviado por la ex Presidenta al Congreso “recoge muchos de los contenidos de las bases ciudadanas emanadas de la etapa participativa del proceso constituyente”.
En respuesta a los dichos de Soto, Escudero agregó: “Sí hay una enfermedad en la Constitución: es la deslegitimidad de origen, pues fue hecha en dictadura, y la deslegitimidad de ejercicio, por el modelo que dicha Constitución impone”, aseguró.
La académica además destacó el rol de la sociedad civil como primera impulsora del proceso. “Sin esta presión ciudadana y la voluntad política no hubiésemos tenido este proceso constituyente. Y está en manos de la sociedad civil presionar para que este proceso constituyente continúe”, indicó.
En tanto, el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, destacó la realización del proceso constituyente como una instancia en que la sociedad pudo “pensar su identidad”. Asimismo, destacó el rol público de la casa de estudios para involucrarse en dicha iniciativa. “Para nosotros como Universidad de Chile es un privilegio haber jugado un rol de apoyo en este proceso constituyente”, aseguró.