En el histórico encuentro, ambos líderes coreanos se comprometieron a trabajar por un completo desarme nuclear en la región. “El Norte y Sur confirman el objetivo común de lograr, por medio de una completa desnuclearización, una península coreana libre de armas nucleares”, se lee en un comunicado conjunto que emitieron luego de la reunión.
En la declaración, también se comprometieron a buscar este año un “fin permanente” a la guerra que enfrentó a ambos lados de la península y que terminó en 1953 sin un acuerdo de paz. En ese sentido planearan reuniones, en la que incluso se pretende invitar a China, “con el fin de declarar un fin a la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido”.
“Quizás habrá adversidades, dificultades y frustraciones en nuestro camino, pero la victoria no puede lograrse sin dolor”, afirmó el mandatario norcoreano Kim Jong Un.
Desde el otro lado del globo, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este viernes que él tiene deber de resolver el conflicto entre las dos Coreas.“Tengo la responsabilidad de intentarlo. Tengo la responsabilidad de ver si puedo hacerlo. Es realmente algo que espero poder hacer por el mundo. Es un problema del mundo”, dijo a la prensa.
La guerra de las Coreas comenzó en 1950 dentro del contexto de la Guerra Fría. Este conflicto está considerado dentro de los más sanguinareos de la historia, con un resultado de más de tres millones de muertos. Esta reunión es el primer acercamiento entre ambas naciones desde entonces.
La histórica reunión
Era un encuentro planificado milimétricamente. A las 9:10 de la mañana, hora local, el mandatario surcoreano Moon Jae-in esperaba a Kim Jong-un en el lado sur de la línea de demarcación militar que divide la península.
Dos sonrientes presidentes estrecharon la mano en un gesto histórico que fue seguido de otro hito. Kim Jong-un se convirtió en el primer gobernante de su país en pisar territorio surcoreano desde la guerra el inicio de la guerra entre ambos países.
“Estoy feliz de conocerlo”, dijo el presidente surcoreano Moon Jae-in al recibir a su homólogo en su país. Pero no solo eso quedará en los anales, pues el integrante de la dinastía Kim invitó a su par a pisar suelo norcoreano por unos breves instantes.
Luego, ambos líderes caminaron juntos hasta la Casa de la Paz en Panmunjom, donde se firmó el cese al fuego en 1953.
El protocolo de la cumbre entre los dos dirigentes coreanos estuvo llena de símbolos. En la cena oficial, se le sirvió a Kim Jong Un un “rösti”, un plato suizo, en referencia al país donde estudió el líder norcoreano en su juventud. Posteriormente, cenaron un plato de bibimpap, tradicional ensalada de arroz con legumbres, cosechados en la frontera que separa los dos países. De postre, degustaron un mousse de mango con la forma dela península reunificada. Todos los detalles fueron cuidados, incluso la forma de la mesa de la reunión, ya que se escogió una ovalada para reducir la distancia psicológica de los dos líderes.
Tras el encuentro de las dos delegaciones la mañana de este viernes, Kim y Moon plantaron un pino en señal de paz.