Señor Director

Como alumno del Instituto Nacional me gustaría referirme a las recientes manifestaciones en contra del liceo, haciendo hincapié en el naciente movimiento feminista por parte de los principales colegios emblemáticos femeninos (Liceo 1 y Liceo Carmela Carvajal Prat (CCP)), protestas que aunque justificadas, están generando un problema que dificulta el progreso del feminismo.

Personalmente en mis 5 años estudiando nunca me había dado cuenta de actitudes abiertamente machistas por parte del alumnado o los docentes, y no fue hasta el reciente levantamiento de nuestras compañera que logré quitarme aquella venda que el colegio nunca trató de deshacerse, como pudo verse en ciertas polémicas como el polerón del cuarto L con un mensaje escrito claramente como un piropo, o el reprochable acto de uno de nuestros compañeros de la tarde (lo cual solo refuerza que el colegio da a lugar a enseñanzas machistas de manera pasiva), mostrando una gran falta de empatía con el la violación de la Manada en España.

Pero incluso estando de acuerdo con las protestas, me es ciertamente difícil expresar mi apoyo y simpatías con el movimiento. Situación que con seguridad se ha propagado a través de gran parte de la comunidad institutana, generando nada más que una fuerte división de opiniones sobre si apoyar o no las acciones realizadas. Muestras de estas acciones han sido los carteles pegados durante la marcha en dirección a las afueras del colegio y la toma por parte de las alumnas del CCP que ignoraron completamente los acuerdos tomados con el centro de alumnos del Nacional.

A mi parecer, si el movimiento desea generar un impacto real en la sociedad chilena, motivando un cambio favorable para todos, es necesario que las acciones realizadas sean apoyadas por aquellas instituciones (no solamente el Instituto) que han tenido un historial machista, ya que demostrarían el error que se ha cometido durante décadas de opresión machista.