En marzo de este año apareció Cumbias guitarreadas, un disco en el que Cristóbal Briceño se unió al músico Gonzalo Núñez para tocar canciones de autores diversos: Juan Gabriel, Garras de Amor, Marvin Gaye y los Kinks, entre otros, tienen espacio por igual en ese álbum.
El próximo viernes 22 se estrenará también el nuevo disco de Ases Falsos, donde el mismo Briceño canta, toca la guitarra y compone la mayor parte del repertorio. Se llamará Mala fama y será el cuarto título en un lapso de seis años.
Y entre ambas fechas Cristóbal Briceño acaba de publicar otra partida de canciones: Para hondo se llama su cuarto disco solista, un álbum doble que contiene 23 pistas y que se extiende por más de 60 minutos. “La mayoría de estas canciones son de este tiempo en que he estado viviendo en el cerro La Paloma, en Limache. Siempre relaciono las canciones con el lugar donde estoy”, dijo este lunes en el programa Semáforo de Radio Universidad de Chile, al hablar de un trabajo que se suma a la voluminosa discografía que también ha acumulado bajo otros proyectos: Fother Muckers, Los Mil Jinetes, Dúo Niágara, Las Chaquetas Amarillas y Cristóbal Briceño & La Estrella Solitaria.
“Yo diría que lo más difícil no es hacer las canciones, sino que grabarlas, eso es realmente demoroso. Uno puede hacer muchas canciones, pero llevarlas al registro es lo más complicado y en eso me ayudó mucho mi socio Hugo San Juan, que fue quien grabó el disco y el que me presta cobijo cada vez que vengo a Santiago”, explicó.
Según Briceño, en Para hondo se repitió un modo de trabajo que ya había experimentado con San Juan: “No planificamos antes de grabar en qué va a terminar o qué queremos. Es jugar. Siempre hago hincapié en cómo dicen ‘tocar música’ los gringos: play music. Creo que tiene mucho que ver con eso. La música es un espacio de juego, siempre lo debiera ser”.
“Yo tengo otra faceta con Ases Falsos donde eso se hace un poquito más profesional, en el peor sentido de la palabra. Conlleva más responsabilidades, hay un gran equipo de trabajo. Con mis discos solo no tengo ninguna intención lucrativa. Siento responsabilidad, pero este disco lo hago sin el deseo de ganar ni un peso, lo que creo que no le quita seriedad”, expuso.
Durante la entrevista, Briceño habló también sobre su propia labor como compositor: “Es bien retorcido convertirte en músico, hay tantas otras cosas más simples en la vida… o sea, llegar a hacer y grabar tus composiciones me parece súper retorcido y hasta un poco perverso”, señaló.
“Imagínate, ¿qué es esto? Me gano la vida con puro humo, con cosas que salen de mi cabeza en la noche, en la cabaña. Después voy a la casa de un amigo, conectamos cables para registrar digitalmente esta idea y luego se le hacen arreglos. Ya lo tenemos naturalizado, pero no es una actividad prehistórica. Es bien nuevo, en realidad”, agregó.
Por otra parte, el vocalista de Ases Falsos se refirió a los actuales modos de distribución de la música, principalmente a través de plataformas digitales: “Spotify ya es el nuevo amo y todos nos hemos sometido a él. Hasta hace unos años había resistencia de ciertos referentes musicales, pero ya todos agacharon el moño y entendieron que esto es, por ahora”, consideró.
“Yo no tengo Spotify, escucho CD, pero entiendo que es la forma más rápida y práctica de alcanzar a la gente a través de sus chupetes, que son los celulares. Yo me he resistido a sumarme a la telefonía inteligente, como le llaman, que me parece tan contradictorio, pero también es como un regalo para mi hija. Imagino que si tuviera de esos celulares no tendría tanto tiempo para hacer mi trabajo y para ella. Ni siquiera tengo wifi, pero es porque me sé muy débil, soy adicto a internet, entonces mi casa es una especie de clínica de rehabilitación de internet. Si tuviera internet en mi casa estaría con mi hija, pero realmente no estaría con ella”, relató.
Consultado por su capacidad para publicar canciones en diferentes proyectos, mucho más rápido que otros músicos, Briceño consideró que “es feo verlo en términos competitivos”.
“Creo que sí o sí tiene que ver con lo de los celulares. El celular no solo te consume tu tiempo productivo, sino que también tu tiempo improductivo, que es mucho más valioso en este tipo de oficios. O sea, esa caminata al paradero es la que te hace germinar o fermenta los sentimientos, es cuando tus sentimientos andan dando vuelta sin dirección. No es cuando te sientas a pensar ‘ya, vamos a hacer un tema’, la canción realmente se escribe antes de eso”, explicó.
“Ahora nadie se da ese tiempo de dejar divagar o chocar los pensamientos, sino que la gente siente el impulso por el Whatsapp o el Instagram, por seguir una cierta narrativa. Quizás por eso nos está costando más ser productivos, justamente porque hemos descuidado nuestros momentos improductivos”, continuó.
“Por otro lado, yo escucho harta música de los ‘50, ‘60 y ‘70 y estaban todo el año grabando y girando. Creedence (Clearwater Revival) grababa un disco todos los años. Duraron cuatro años y dejaron siete discos. Era todo más acelerado y quizás por lo mismo terminaba antes. Yo tengo la suerte quizás de que no he tenido éxito, un éxito que me resulte contraproducente. He tenido un éxito moderado, para mantenerme a mí, a mi hija, cosas prácticas, pero si hubiese logrado un ‘que levante la mano’ (canta como Américo) no tendría la suerte de seguir haciéndolo todos estos años. No sé, me considero como en el espacio libre entre la cola del león y la cabeza del ratón”, concluyó.
La entrevista completa a Cristóbal Briceño puede verse a continuación: